Sucre, un destino maravilloso

Es un sábado soleado en la ciudad de Sucre. El aire entra en mis pulmones como un bálsamo bienhechor, que no es propio de aquellas toxicidades que uno respira en las ciudades ultrajadas por autos y colectivos. Caminando a paso moroso por el territorio de los afectos y las nostalgias, conocido antes como Munaypata (La colina del amor).

Aquellos edificios añosos que uno encuentra en el mirador de la recoleta junto a árboles centenarios, y callejuelas peatonales de trazo retorcido e irregular, que llevan nombres de gatos; siguen ahí, en pie, invictas y espigadas, testigos señoriales de otras épocas, en las que cuenta una vecina que se presenciaban “los duelos de los pendencieros”, y las mismas que también hasta la fecha ofrecen sombras convenientes para el amor.

Desde ese punto hacia el centro de la ciudad, donde se aprecia el patrimonio cultural que tiene Sucre, la invicta serenidad es mi fiel compañera, junto al eco apagado de los pasos que recorrieron aquellas calles adoquinadas. Llegando a la histórica plaza 25 de mayo, el sosiego de los árboles que lleva siglos parece invitarte a descubrir todo el encanto de la ciudad blanca, ofreciéndote sus hojas y sus flores que caen y son pisadas por ciudadanos que caminan sin prisa, como hechizados por la deslumbrante e imponente presentación que ostentan.

Sucre es patrimonio cultural de la humanidad desde 1991, y desde entonces la industria del turismo se ha convertido en la mayor fuente de ingresos para diferentes sectores involucrados como los operadores, cámara hotelera, agencias, guías, áreas protegidas, comunidades, deporte de aventura, entre otros.

En los últimos cuatro años, bajo la administración del alcalde Iván Arciénega, se ha trabajado arduamente en el fortalecimiento al oferente turístico, convirtiendo a Sucre en un referente a nivel nacional, ya que el municipio es el que más empresas certificadas con calidad turística registra en todo el país, alcanzando 42 empresas abocadas al turismo, cuya proyección es alentadora, ya que dentro poco, podrían sobrepasar las 100 empresas certificadas con calidad turística.

Derrotado por la elegancia tranquila y silente de la ciudad blanca, empequeñecida mi vanidad, quieta mi lengua viperina, me senté en una banca a mirar y envidiar la catedral metropolitana, el palacio de la Gobernación, la Casa de la Libertad, y las señoriales iglesias que te invitan, a después de recorrerlas mirar al cielo, esperando que se abra y nos bañe con el agua bendita de la inspiración.

¿Cuántas personas habrán intercambiado miradas y afectos ante este elegante patrimonio cultural de la humanidad? ¿Cuántas décadas, siglos, habrán sobrevivido, aquellos edificios de arquitectura ecléctica europea, respirando de la lluvia, y el aire impoluto de Sucre? Este 29 de septiembre la Villa de La Plata cumplirá 481 años; es decir el patrimonio de la ciudad data, de más cuatrocientos años; tiempo en el que estos edificios han resistido las tormentas, y todos los embrollos del tiempo; pero no sin pintar arrugas, consistentes en el visible deterioro de monumentos y edificios patrimoniales, es por eso que el plan de rehabilitación de las áreas historias de Sucre (Prahs), y la escuela taller, juegan un rol decisivo en la preservación del título que ostenta Sucre desde 1991.

Este año, la cooperación española anunció que desde el año 2020 no aportará más recursos económicos que pusieron en duda el funcionamiento de estos dos estamentos importantes; sin embargo, la encomiable labor del burgomaestre sucrense, en el ámbito de la gestión internacional; logró hacer que la cooperación española decline de esta decisión, y muy por el contrario garantice la continuidad de su financiamiento. Pero, a la par, la dirección de turismo de manera permanente realiza acciones de limpieza y restauración que contribuyen a una impecable presentación del patrimonio de la ciudad de Sucre, coordinando numerosas acciones con estudiantes de la tricentenaria universidad de Charcas.

El siguiente destino es Cal Ork´o, aquel lugar donde se construyó el parque cretácico de Sucre, aquel lugar donde la arena parece traída de la superficie lunar, que tiene millones de años. Estaba aquí cuando no había humanos y seguirá aquí cuando no haya más humanos, porque todos somos aves de paso; somos esa olita mansa que se deshace en la orilla, y que se abre a contemplar las maravillas que existen en lugares mágicos como este, donde se pueden apreciar más de 12.000 huellas de dinosaurios, que constituyen un record mundial, que hace brillar a Sucre, y que ha ceñido de manera decisiva la necesidad de ampliar el parque cretácico de Sucre.

El secretario Municipal de Culturas y Turismo, Pedro Salazar Collazos, nos habla de este gran proyecto, contextualizándolo como el reto más ambicioso para la ciudad de Sucre: Un museo subacuático, un parque lúdico parta niños, y dinosaurios mecatrónicos de tamaño real son algunos de los componentes del proyecto, que podría empezar a materializarse muy pronto. Es hora de comer, un mayordomo me atiende en uno de los numerosos restaurantes tradicionales de la ciudad de Sucre, su cortesía es exquisita, desusada. Es extraordinariamente amable, pero lo mejor está por venir, el menú prometía desde un ají de palomitas, hasta un aventurado mondongo, o plato de chorizo chuquisaqueño, que te encapsula en una burbuja feliz.

Si bien es cierto que, para descubrir el paraíso de una ciudad, es preciso disponer de un presupuesto desahogado, no lo es menos que el viajero constante, lo que se necesita más no es tanto dinero, sino curiosidad y fuelle, energías y audacia, ilusión e inventiva.

El distrito 8 ofrece un recorrido vertiginoso por los paisajes más estimables de Punilla, Maragua, Chaunaca, Potolo, y últimamente se han incorporado Sacopaya, Amontengo, Huayllapampa, y Amakori. Un cielo diáfano, preñado de paisajes de alta montaña, y patrimonios históricos como el de la historia de Tomas Katari, símbolo destacado de la revolución indígena, que después de haber enfrentado valientemente al yugo español, murió traicionado y empujado al abismo desde las alturas de Chataquila.

Sus restos fueron enterrados en la iglesia de Quila Quila, que tiene más de 395 años, y que constituye una de las primeras del Cono Sur, la misma que fue restaurada recientemente por el alcalde de Sucre, Ivan Arcienega.

El director de Turismo, Miguel Flores García, nos invita a conquistar la ciudad de Sucre, con espíritu aventurero, que como hemos descrito nos procurará unos placeres que no hemos conocido todavía y creemos merecer antes de morir. Es decir, viajamos porque somos optimistas, porque creemos que siempre es posible ser más felices, porque nos convencemos de que las ciudades más lindas, los parques más hermosos, las playas más hechiceras, son aquellas que estamos por conocer.

Freddy Rivas Orozco