Huanuni: el fuego eterno

Erase un tiempo atrás que escribíamos sobre la problemática social e interminable de Huanuni, sus luchas intestinas y las lamentables consecuencias de ello.

Empezamos por hacer algo de historia: si bien este centro minero escribió brillantes hojas en la historia de nuestro país, su incalculable aporte al Estado con ingentes recursos económicos que generaba desde antaño el coloso Posokoni.

Fueron momentos tan álgidos que vivió toda la huanuneñidad periódicamente, para remontarnos un tiempo atrás, el enfrentamiento de mineros cooperativistas y mineros asalariados de ese entonces, aquel fatídico octubre de 2006, por la toma del macizo y cuyo saldo fue de 13 muertos, para luego unificarse a todo trabajador minero en la EMH.

Hoy somos testigos de algo que pareciera ser salido de total control estatal: noticias de juqueo que llega a ser normal. ¿Por qué hay tanto juqueo? Es el lacerante desempleo que pareciera no ser tomado en cuenta por autoridades competentes. Se dice que en Huanuni mayormente vive la gente pobre, que no accedió a fuente laboral estable, ya que los trabajadores regulares (que ganan bien) o viven en Oruro o en Llallagua, porque pareciera darles vergüenza vivir allá, por tanto solo van a beneficiarse de lo que produce Huanuni. Es tanto este menosprecio, que muchas veces se ve que apenas cobran sus sueldos, se van a Oruro a gastar lo ganado, sin al menos tener el tino de generar movimiento de circulante en la capital del estaño boliviano.

En cuanto al drama de Lucianita, ingenio hecho por una empresa china, la cual, carente de agua, no puede empezar un normal funcionamiento, ¿quién fiscalizó ese elefante blanco? ¿No es cuestión de lógica que no se debe construir dicho ingenio viendo la carencia de agua, esencial para procesar el estaño sacado de interior mina? ¿Por qué los yacimientos no trabajados se los hace para dar empleo digno a los hoy llamados jucus? Cuando más bien juquear conlleva grandes riesgos para la vida de quienes lo hacen.

Cada vez más se ve un incremento del número de ilegales, quienes por la necesidad de llevar sustento a sus hogares no tienen más opción que ser parte de mafias que operan presuntamente en complicidad de dirigentes, autoridades u otros. Hace algunos días tomaron nivel 240, viviendo situaciones de zozobra, aunque luego a media semana volvieron a labores tradicionales de producción, luego de 6 días de paralización.

Fuimos testigos de la posesión de varios gerentes de EMH, igualmente de sus destituciones, quienes en el momento de ejecutar las políticas mineras que creen pertinente aplicarlas, se topan con la oposición de dirigentes del sindicato, quienes luego logran sacar a éste, lo cual incide en una inestabilidad en lo que respecta a manejar semejante empresa.

Ahora bien, si hacemos cifras de cuántos trabajadores han sido declarados en comisión (dirigentes cuestionados), seguro quedaríamos impresionados, por la cantidad de bajas médicas u otros, los supernumerarios y más.

Ante este panorama, ¿cómo no poder entender los conflictos que allá se suscitan? Ante la evidente baja del precio del estaño más aún.

Después haremos un análisis más profundo sobre el drama eterno de la capital del estaño boliviano, que arde como fuego eterno.

El autor es ex Oficial de culturas de Huanuni.

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