Para dejar de pelearse con el sueño

Todos tenemos en el cuerpo diferentes puntos, donde se acumula la energía más que en los demás lugares; en los momentos en que nuestro proceso pensante, en vez de colaborar nos quita el sueño, podemos recurrir a esos puntos para provocar respuestas directas de nuestro cuerpo físico y conseguir estados de relajación corporal y lo más importante, una disminución del proceso pensante ansioso.

Para que puedas comprobar si es verdad que existen estos puntos y que producen una relajación involuntaria, puedes probar el siguiente ejercicio que debes hacerlo con el cuerpo recostado y en un ambiente moderadamente tranquilo.

Vamos al ejercicio: voy a suponer que ya estás recostado, ahora con tu mano izquierda y con tu dedo corazón o dedo medio, procede a presionar el centro de tu coronilla.

Al comienzo debes mantener una presión moderada y mantenerte en espera concentrando tu atención solo en la respiración natural, puedes cerrar los ojos si lo deseas y mantenerte así por un tiempo equivalente a uno o dos minutos y ya en ese tiempo podrás ir notando cómo tu cuerpo inició un proceso de relajación.

Ahora haz lo mismo con el punto que está a la derecha del primer punto que trabajamos, a dos dedos de distancia y mantén la presión por el mismo tiempo y notarás que sucede otro tipo de relajación, más suave, más amplia pero relajación al fin.

Para finalizar haz lo mismo con el punto que está a la izquierda del punto de la fontanela o coronilla. Notarás una relajación que aflojará las tensiones de los músculos de tu pecho, de tu espalda y te induce a un estado de sueño que puedes aprovechar para recordar que el sueño es creativo y que en alguna medida, es una etapa de la vida del ser humano muy importante y muy vital.