El coraje de la UMSA

Vale la pena referirse a la actividad política del momento, con la actuación estelar de la Universidad Mayor de San Andrés, en una realidad donde hay fuerzas de continuidad en el Poder y fuerzas en movimiento, que se oponen. Sin embargo la rivalidad demostrada entre la Universidad y el Tribunal Supremo Electoral no irá hasta la eliminación del uno o del otro, el conflicto llegará a una superación de sus posiciones, generadora de una nueva realidad social.

La dialéctica del orden y del movimiento

Después de escuchar las palabras del rector de la UMSA, don Waldo Albarracín y la adhesión tácita de la prensa nacional sobre el trabajo que viene realizando, debemos ensalzar a la Universidad por la independencia y la imparcialidad con la que procede, en la investigación para conocer más, innovar y contar con valentía todo cuanto sucede. He ahí la forma concreta con la que protegemos el derecho humano a la libertad de expresión.

El boliviano, la boliviana, desea disfrutar de todos los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Contrariamente, el Tribunal Supremo Electoral muestra la forma en que quiere manejar la conquista del Poder político, si bien le queda pendiente para las elecciones próximas la tarea de aclarar ¿por qué tantos votantes en Irán?

Entonces... ¡qué tenemos para un país de maravillas!

Todavía tenemos -a 12 de septiembre de 2019- que el TSE prohíbe la difusión de una encuesta preparada por la UMSA de la ciudad de La Paz; luego, que el organismo técnico quiere saber con qué dineros se ha ejecutado una labor tan elemental; finalmente, hace saltar la banca, cuando amenaza con aplicar sanciones.

¿Sancionar a una Institución que traduce las exigencias sociales, en acciones concretas? A este respecto, sépase muy bien que las Universidades contribuyen al progreso de los conocimientos científicos, al conjunto de la cultura y que ellas están al servicio de la economía y al resplandor de la democracia. Fundamentos suficientes que justifican la labor de defensa emprendida brillantemente.

EL DERECHO DEL PUEBLO

Se entiende que el derecho a la información es un derecho del individuo y una condición para la democracia. Son los periódicos, la radio y la televisión que aseguran la información. Menos mal que al respecto no la pasamos tan mal como en Venezuela, Nicaragua, Ecuador, cuyos periodistas quisieran servir a los intereses nacionales, a las aspiraciones de sus pueblos y vivir en un espíritu democrático abierto y seguro para todos.

En el Estado de Derecho, la Universidad tiene la autonomía para formar y desarrollar todas las capacidades posibles. Y también por decisión del Soberano se marca con precisión en su Constitución, la INDEPENDENCIA del organismo técnico electoral boliviano, como un presupuesto de existencia del mismo, a quien se le tiene encomendado la alta misión de una política de Estado: el manejo IMPARCIAL de la decisión del Soberano.

Por todo ello, el trabajo del llamado Tribunal Supremo Electoral debía beneficiarse y fortificarse con una organización paralela que lo ubique lejos de todo reproche; cosa que no sucedió. Por otra parte, estamos muy lejos de tener aquella dialéctica del Orden y del Movimiento que caracteriza la vida política al nivel de la gestión, donde el Estado es el indispensable regulador.

Pero tampoco es una labor difícil definir -entre las Universidades y el organismo técnico electoral-, proponer etapas transitorias para tener programas de cambio en el respeto al orden social y la libertad.

En consecuencia, en la introducción sostenía que la rivalidad demostrada entre la Universidad y el Tribunal Supremo Electoral no iría necesariamente hasta la eliminación del uno o del otro. Ya que el conflicto llegaría a una superación de posiciones, generadora de una nueva realidad, es porque ella puede acontecer tanto por lenta transformación, como por mutación brusca. ¡¡Atención!!, que para el efecto se viene encima el 10 de octubre de 2019.