Seleccionado en fojas cero

Luego del rotundo fracaso de la selección nacional en el sudamericano de Brasil, el cotejo jugado el pasado martes contra Ecuador en la ciudad de Cuenca creó una inusitada convocatoria de la afición deportiva que tenía la esperanza de ver la nueva cara de nuestro equipo, llevándonos un fiasco porque las cosas siguieron iguales por el hecho de que solo fueron diez días que el nuevo técnico Farías había tomado las riendas.

Este “examen” con derrota de 3 a 0 nos demostró claramente las falencias de las que adolece y que se han hecho crónicas en el equipo. Para empezar la línea de cuatro de la defensa continúa siendo el Talón de Aquiles, donde los centrales parecían que tenían clavados los pies cuando llegaban los balones por alto al área, por tiros de esquina o infracciones por las puntas dejando al golero a su suerte ante la arremetida de los delanteros adversarios, mientras los laterales se centralizaban inexplicablemente descuidando a los punteros adversarios y producto de ese desacierto llegó el primer gol ecuatoriano. Este es el principal déficit en el que tiene que trabajar el técnico como también todos los equipos nacionales, ya que por estas jugadas muchas veces dieron la vuelta los resultados en los campeonatos domésticos como en competencias internacionales.

Otro defecto se hizo evidente fue en el medio campo cuando se pierde el balón yendo al ataque y no se lucha para recuperarlo y producto de esa situación nace el contraataque del rival y ante la desubicación de la defensa muchas veces se traduce en gol. Creemos que debemos tomar ejemplo de los equipos ingleses donde los jugadores no desmayan hasta recuperar los balones perdidos, demostrando ACTITUD que representa ÁNIMO, FORTALEZA que lastimosamente adolecemos por la falta de físico demostrada en estos partidos internacionales, donde se juega a un ritmo vertiginoso y nuestros jugadores solo rinden 45 minutos, siendo el factor preponderante para nuestras derrotas. De la delantera mucho no podemos decir porque adolecemos.

También se tiene que trabajar en busca de un patrón e identidad de juego con gladiadores que dejen hasta la última gota de sudor en la cancha con orden técnico táctico supliendo la superioridad que pueda tener el adversario con entrega, recordándoles que el partido se juega once contra once.

Lo que queda de aquí a adelante es seguir trabajando para que los nuevos integrantes del seleccionado adquieran experiencia con los partidos que se vienen jugando en el exterior, con la premisa de que no podemos perder ni un solo punto como locales en las Eliminatorias para Qatar 2022 y tener opción para clasificar, porque nuestros rivales buscarán derrotarnos en nuestro terreno por considerarnos el más débil de Sudamérica.

En síntesis, para corregir todas estas deficiencias, la Federación Boliviana de Fútbol de manera inteligente por el escaso tiempo que tiene la selección para prepararse por el campeonato doméstico que se viene desarrollando, debería como sugerimos en varias notas, disponer que el campeonato del 2020 se inicie en abril dejando los tres primeros meses exclusivamente para la verde y de esa manera podamos tener chance para volver a un mundial después de 28 años.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol