Nuestro propósito en la vida nos espera

¿Qué metas puede tener alguien que no sabe a dónde va? ¿De dónde sacamos el optimismo y alegría? ¿Para quién?, si a nadie le importa, así te estás poniendo en el lugar de víctima, que nadie te llega a comprender, o que quizás estás solo en tu lucha diaria y lo único que deseas es que llegue la noche y acostarte para no pensar ni sentir. Parece que llorar es la única salida. Quizás estos pensamientos sean una constante en tu vida, pero debes detenerte y hacer un cambio de chip mental, porque cuando se extingue la pasión por lo que haces hay que reconsiderar. La inercia te irá matando lentamente, necesitas reinventarte cada día, ver la vida como una oportunidad de crecer, de ser mejor, nada es predecible y seguro solo debes confiar en ti mismo y tener paz, suceda lo que suceda.

Recuerda que la libertad es una obligación, es algo no negociable, aprende a decir que no, basta de dejar las decisiones en manos de alguien más.

No aceptes la invalidación de los otros o de ti mismo, reconoce lo bueno que hay en ti. Tener expectativas de los demás duele y no te lleva a algún lugar. Nos gusta tener la razón en una situación y pensar que las personas a nuestro alrededor están equivocadas. El precio que pagamos por el resentimiento y la decepción es muy alto a nivel afectivo.

Haz nuevas amistades, quita los prejuicios de la mente, nunca sabemos a quién vamos a necesitar como amigo en un capitulo posterior del libro de la vida. Sin saberlo a veces nos convertimos en coleccionistas de injusticias y resentimientos.

Sé responsable de todo lo que te pasa en tu vida, tienes el libre albedrio de hacer con ella lo que tú elijas. Viaja sin más maletas que tus sueños y 5 bolivianos en el bolsillo… dejando el equipaje que pesa, el de la culpa o la venganza, el de los miedos, el que no suma.

Solo en la aceptación disfrutamos del viaje de la vida y cómo fluimos con ella, todo es perfecto tal y como es, pues son lecciones que debes aprender. Las personas hacen lo mejor que pueden con lo que tienen en ese momento, por lo tanto deja ya de esperar de los demás.

Examina los “deberías” y los “tengo que” que tengas en relación con otras personas y deja ya de una vez los conflictos, que solo te distraen de tu propósito y evolución personal.

La autora es Psicóloga- terapeuta.

Email: marielabaldiviesolema@gmail.com