El periodista independiente estadounidense Ethan Huff publicó el 30/08/19 un artículo en inglés cuyo título traducido sería “La NASA admite que el cambio climático ocurre debido a los cambios en la órbita solar de la Tierra y NO debido a los vehículos y a los combustibles fósiles”, del que hacemos un resumen y unos comentarios.
Indica que por más de 60 años la NASA (National Aeronautics and Space Administration) ha conocido que los cambios que ocurren a los patrones planetarios del clima son completamente naturales y normales. Pero la agencia espacial, cualquiera sea la razón, ha elegido permitir el engaño de que el calentamiento global ocasionado por el hombre persista y se difunda, en detrimento de la libertad humana.
En 1958 la NASA observó por primera vez que los cambios en la órbita solar de la tierra, junto con las alteraciones de la inclinación axial (inclinación del eje de rotación respecto del plano de su órbita) de la tierra, son ambas responsables por lo que los científicos del clima han apodado hoy como “calentamiento” (o “enfriamiento” dependiendo de sus agendas). De ninguna manera o forma los humanos están calentando o enfriando el planeta conduciendo sus vehículos o comiendo carne de res.
El año 2000 la NASA publicó en su sitio web Observatorio Terrestre sobre la Teoría del Clima de Milankovitch, revelando que, en efecto, el planeta está cambiando debido a factores extraños, que absolutamente nada tienen que hacer con la actividad humana. Pero esta información tiene que llegar a la corriente principal mediática unos 19 años después, por lo que izquierdistas obsesionados con el clima han empezado ahora a reclamar de que realmente solo nos quedan 18 meses, antes de que el planeta muera por un exceso de dióxido de carbono (CO2).
El astrofísico serbio Milutin Milankovitch propuso acerca de cómo las variaciones estacionales y latitudinales de la radiación solar que golpean la tierra en diferentes maneras y en diferentes tiempos, tienen el mayor impacto en el cambio de los patrones climáticos de la tierra. En las inclinaciones más altas, las estaciones de la tierra se vuelven más extremas, mientras que a inclinaciones más bajas se vuelven más moderadas. Existe una situación similar para el eje rotacional de la tierra, el cual dependiendo de qué hemisferio está apuntado al sol durante el perihelio (el punto más cercano de la órbita de la tierra alrededor del sol), puede impactar grandemente los extremos estacionales entre los dos hemisferios.
Basado en estas diferentes variables, Milankovitch fue capaz de llegar a un comprensivo modelo matemático, que es capaz de calcular las temperaturas superficiales de la tierra, volviendo atrás en el tiempo y la conclusión es simple: El clima de la tierra siempre ha estado cambiando y está en un constante estado de flujo, sin que intervengan los seres humanos. Cuando Milankovitch presentó su modelo, fue ignorado por casi medio siglo. Luego en 1976 un estudio publicado en la revista Science confirmó que su teoría es de hecho precisa y que corresponde a varios períodos de cambio climático que ocurrieron a través de la historia.
En 1982 el National Research Council de la U.S. National Academy of Sciences, adoptó la teoría de Milankovitch como verdadera declarando que “… Las variaciones orbitales quedan como el más minucioso mecanismo examinado del cambio climático en escalas de tiempo de decenas de miles de años y son de lejos el caso más claro de un efecto directo de insolación cambiante en la atmósfera inferior de la Tierra”.
Podríamos resumir todo el asunto en una simple frase: El factor de mayor influencia en los patrones del tiempo y del clima en la tierra es el sol. Dependiendo de la posición de la tierra en relación con el sol en cualquier tiempo dado, las condiciones climáticas han de variar dramáticamente, y aun crear drásticas anormalidades, que desafían todo lo que los humanos pensaron que sabían sobre cómo funcionaba la tierra.
Pero en lugar de abrazar esta verdad, los actuales “científicos” climatólogos, unidos por políticos izquierdistas y una complicidad de medios de comunicación, insisten que no usando bolsas reutilizables de comestibles y no teniendo un vehículo eléctrico, se está destruyendo el planeta tan rápidamente, que como solución absolutamente debemos implementar impuestos al clima global.
“El debate del cambio climático no es sobre ciencia. Es un esfuerzo para imponer por la élite controles políticos y económicos en la población”, escribió un comentarista en el Hall Turner Radio Show. “Y es otra manera de dividir a la población contra sí misma, con algunos que creen en el calentamiento global ocasionado por el hombre y otros no, es decir, dividir y conquistar”.
Por ser del caso hago notar que hace millones de años, la inclinación axial era diferente a la actual, favoreciendo el inicio de una era glacial. Además de Huff, al parecer respaldado por una institución de gran prestigio como la NASA, varios estudiosos del cambio climático han indicado que el CO2 no es el responsable del calentamiento global. ¿Tendrá algo que ver la opinión de estos expertos y de la NASA para que el presidente Donald Trump retire a Estados Unidos del Pacto de París en junio de 2017, decisión que causó conmoción en el mundo?
El hombre es causante del enorme, sostenido y peligroso incremento de la producción de CO2, por la ascendente población que cada vez requiere más energía. Si el CO2 no provoca el calentamiento global, lamentablemente significa que no podemos hacer nada al respecto, por ello es urgente dilucidar esta situación. Pero el CO2 está causando una contaminación ambiental que está llegando a límites intolerables y debe ser controlada, fundamentalmente evitando el uso de combustibles fósiles.
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