“Pajpakus” en primavera

“Pajpaku” titula una de las canciones interpretadas por un famoso canta-autor boliviano, canción que relata la existencia de un personaje boliviano andino, el cual se posiciona en plazas y otros lugares, para tratar de vender un “producto”, venta que la realiza principalmente con “propaganda oral”, tratando de vender inclusive ilusiones, sueños y otros que tendrían su producto.

Llegó la primavera, coincidente con las “campañas electorales” y con éstas llegaron los “pajpakus”, a los cuales también les tocó florecer.

Recordemos los productos que se trató de vender en elecciones pasadas, así tenemos los 250.000 empleos, que trató de vender el MNR mediante la capitalización. Proceso de capitalización que terminó, por ejemplo, con la desaparición del Lloyd Aéreo Boliviano. La “capitalización” se vendió, se puso en práctica y a la larga, muchos la consideran la “segunda pérdida más grande que tuvo Bolivia”, después de la “Guerra del Pacífico”, “capitalización” con la cual Bolivia perdió casi todos sus recursos naturales y otros, sin disparar un solo tiro (gas, petróleo, Entel, Cotel, agua potable, ferrocarriles, Lloyd Aéreo Boliviano, hasta casi el Cementerio General de la ciudad de La Paz (a cargo de los concejales nefastos de esa época).

Recordemos también a, tal vez, el último gran “pajpaku” de Sudamérica, nos referimos al ex presidente venezolano Hugo Chávez, quien ofreció un “paraíso” (Suiza del siglo 21). Pero hoy vemos ese producto como uno de los mayores desastres que existió en Sudamérica y ya no solo en Venezuela sino hasta en las calles de la ciudad de La Paz, al que podríamos llamar “efecto Chávez”, quien “pajpakeó”, vendió su producto, lo puso en práctica y fracasó, logrando solo “gran sufrimiento para los venezolanos”.

En las últimas semanas se hizo viral en las “redes sociales” el último ya gran “producto electoral” del MAS, a cargo de su candidato a la vicepresidencia García Linera, el producto, “los 4.000 dólares” que tendría cada boliviano en forma anual de entrada (se confunde macroeconomía con microeconomía). En las “redes sociales” (llamadas “alcantarilla” por un candidato), tan odiadas por algunos candidatos, las “mofas” acerca de los 4.000 dólares no se dejaron esperar. Y como si fuese poco, apareció otra información en sentido de que cada boliviano es accionista de 8.200 dólares en YPFB, con lo cual podríamos armar una ecuación de primer grado: 4.000 dólares de dinero virtual + 8.200 dólares de dinero virtual = para comprar comida virtual = la comida virtual no se come = así se tiene por ejemplo, sufrimiento de los mendigos del norte de Potosí en las calles de La Paz y otros.

También, aunque no se crea, algunos “vendedores” actualmente niegan ofrecer sus productos, así algunos candidatos a la presidencia decidieron no debatir sobre los miles de problemas que tiene la ciudadanía. Así el candidato de Comunidad Ciudadana ofreció un debate en televisión al candidato del MAS, quien hasta el momento no acepta el reto (seguramente el debate entre estos dos candidatos y otros deberá ser siquiera en castellano y en un idioma nativo).

Existen miles de temáticas a debatir, como por ejemplo (1) si Bolivia terminará pagando los 11 millones de dólares de los seguros, a los familiares de las víctimas de LaMia; (2) si Bolivia reconocerá los daños producidos a las víctimas de las “notarías” por falsificación de firmas de las personas de la tercera edad, quitándoles sus bienes, etc.

Se debe reconocer también al candidato Cárdenas, quien apareció con una propuesta como, por ejemplo, para acabar con los “feminicidios” ofrece un “arma de fuego” a cada mujer de Bolivia, para seguramente acabar a punta de revólver con los “feminicidas”.

El candidato Ortiz, con sus “manos limpias”, nos ofrece acabar con la “corrupción”.

En fin, seguramente, la canción “Pajpaku”, en esta época electoral, viene como “anillo al dedo”, y como se dice, “al que el guante le quede, que se lo ponga”.

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