La divina comedia de Evo

Mientras me desplazaba a casa de mi amigo Manolete, a la que fui invitado para disfrutar de una buena paella, tuve (ya en el metro) una grandiosa visión.

Increíblemente fui arrebatado a los cielos por el espíritu místico de los “Apus” y “Achachilas”. Es así que, abruptamente, me vi de pronto en un lugar que me parecía bastante familiar.

A medida que la neblina se disipaba, iba aproximándose hacia mí una figura que en cuanto estuvo a escasos dos metros me saludó cortésmente, y extendiéndome la mano dijo llamarse Dante, a lo que yo pregunté -¡Ah! ¿Dante, el vocalista de Wara?

-Non essere stupido (No sea usted tonto), mi chiamo Dante Alighieri

- ¡Ah!, ya doy, ¿el autor de la Divina Comedia?

-¡No!, solo “La Commedia”, lo de “divina” lo pusieron después de mi muerte. En fin, dejémoslo ahí.

Requerimos de su ayuda, porque tratamos de ubicar a Evo Morales en el sector que corresponda por sus obras realizadas en Bolivia; y como Ud. se imaginará, aquí nada es asignado a dedo, ni aprobado por “rodillo parlamentario”, se somete al sujeto, a un juicio legal y como le veo con una cara de interrogante; se lo explicaré ahora –argumenta.

Dado el enorme prontuario de acusaciones, preferimos por celeridad, enjuiciarlo por sus últimas acciones, es decir por el discurso que dio Evo en la sede de la ONU, donde nos parece que dijo muchas mentiras. Sin embargo, las alegaciones que sostiene el “Divino Evo” creo que solo los puede entender un boliviano, y esa es la razón por la que esta Ud. aquí.

Sobre el incendio en la Chiquitania; Morales afirmó: “Nuestra respuesta ha sido rápida y efectiva”. Yo creo - afirma Dante- que tardó más de dos semanas en tomar alguna acción; por lo tanto miente. ¿Qué piensa Ud.? -me interroga.

Creo entender por qué lo ha dicho -se lo explico.

El presidente dijo eso porque él se maneja por la conocida y famosa “hora boliviana”, que es una hora o dos horas más tarde de lo establecido, es más, el “ahorita”, frase muy utilizada significa: que lo harás cuando te dé le gana o cuando se pueda. De lo cual deduzco que la respuesta al incendio ha sido “¡ahorita lo hago!”, en tiempo y eficiencia boliviana.

Dante con perplejidad y resignación solo me dijo: ¿Ah?

En cuanto al problema ambiental -me increpa- su presidente aseveró que: “solo liberándonos del lujo, el lucro y el consumismo podremos salvar al planeta Tierra” y eso me parece una falacia descomunal, ya que su gobierno vive a todo lujo.

Mi amigo Dante -añado con gesto paternal-, lo que Evo quiso decir es que el pobre pueblo merece tener los mismos lujos que tienen los “k‘haras” y que por eso se construyó la Casa del Pueblo, compró el avión presidencial y justificó los demás gastos millonarios. Todo eso pertenece a los bolivianos y como Evo Morales es el representante del Estado, elegido en las urnas, será quien haga uso de esos bienes en representación de todos nosotros. No es lujo adquirido, es “acto de justicia social”, según la visión masista.

Y antes que Dante pudiera decir algo, una voz femenina anunciaba “próxima parada, Quintana”. Mi visión había terminado y con los síntomas próximos a un “muyu muyu” por la experiencia vivida, decidí acelerar mis pasos con entusiasmo, pensando en la magnífica paella valenciana que me esperaba.

Madrid-España.