Estadios vacíos

Hemos llegado al momento que advertimos iba a producirse. Los equipos de fútbol mal llamados “clubes” que no tienen infraestructura deportiva salvo escasas excepciones, divisiones inferiores, masa societaria cotizante, representaciones en otras disciplinas, complejos para albergar a los socios como mínimamente tienen todos los clubes en sudamérica, ahora se encuentran pidiendo auxilio para salvar sus millonarias planillas de sueldos mensuales de sus jugadores por la inasistencia de público a los estadios.

Todo este triste panorama a la conclusión de la primera rueda del campeonato clausura, obedece a la pobreza de los espectáculos que ofrecen los equipos que habiendo transcurrido la primera rueda del campeonato clausura hasta ahora no consiguen establecer un esquema con patrón de juego que identifique su accionar, y producto de esta situación los cambios de técnicos estuvieron al orden del día por las discretas actuaciones de los jugadores sin jerarquía que no justifican sus jugosos salarios prohibitivos dentro nuestra economía que en muchos casos la recaudación de un partido no alcanza ni para pagar el sueldo a un solo jugador.

Otro factor es la falta de promoción de jóvenes valores en los equipos, donde la absurda apertura de exigir un solo jugador sub 20 en los primeros 45 minutos de cada partido y aunque sea el mejor del campo de juego es cambiado para el segundo tiempo, contradice a lo que está pasando en el mundo donde a esa edad son parte de la selección mayor de sus países.

Sin duda, también influye para la carencia de público la pobre actuación de nuestra selección en el Sudamericano del Brasil y los posteriores partidos amistosos sin un solo triunfo que causa decepción en la afición, que prefiere sentarse frente al televisor para ver futbol del exterior que basta y sobra para pasar un buen fin de semana futbolero.

Lo penoso de esta triste situación que sucede en el campo de juego, se trasladó a la parte dirigencial donde estos señores tratan por todos los medios de empañar la gestión del directorio de la Federación Boliviana de Fútbol exigiendo entrega de fondos que señalan se encuentran pendientes de ser desembolsados, y que son fundamentales para salvar su economía que día que pasa se va agravando por la devaluación de nuestro fútbol.

Lo que les queda en el actual momento a todos los equipos es llegar a clasificar para la Copa Libertadores de América o la Sudamericana, para percibir un buen dinero y paliar las obligaciones salariales con los jugadores sin importar pasar a la siguiente ronda por la escasa capacidad que tenemos frente a los representativos del exterior como siempre sucede, lo que nos muestra nuestra cruda realidad del por qué nuestros escenarios están vacíos.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol