Es mucho lo que se comenta en relación con los gastos que hace el gobierno tan solo para mostrar lo ocurrido en la Chiquitania y simples muestras de las quemas. Por supuesto, ello implica desazón en la colectividad porque lo que debía hacer el canal estatal de televisión es informar pormenorizadamente sobre los hechos en relación con la utilización de equipos, agua embotellada, medicamentos, enseres y otros elementos necesarios para bomberos y voluntarios, y los montos destinados a la propaganda, Bs. 2, 767,962 hasta el 16/9. Es un gasto que ningún país rico y desarrollado haría, tan solo para “mostrar el trabajo que realizan las autoridades”.
Un simple detalle de gastos señala: “El primer ‘spot’ es por el Súper Tanker y dura su publicidad 47 segundos según contrato con siete medios de comunicación”. Otro párrafo señala: “contratos con ocho canales por más de 380 mil; un segundo contrato, firmado el 23 de agosto con 10 medios televisivos que señala lo que se hizo en Roboré con un costo de Bs. 463 mil. Ese mismo día se firmó otro contrato con seis medios televisivos para la difusión del ‘Unidos por la Chiquitania’ y la conformación del ‘Gabinete de Emergencia Ambiental’ por Bs. 191 mil. Un tercer acuerdo del 26/8 con cinco medios de televisión por un total de Bs. 276 mil para transmisión de Unidos por la Chiquitania. Un cuarto contrato del 27/8 para informar sobre ‘acciones que se está tomando en la Chiquitania’. El día 28/8 se contrata servicios con 10 canales, incluyendo los estatales, por Bs. 537 mil”.
Los recursos económicos que fueron invertidos para la difusión de los mencionados spots gubernamentales, hubiesen servido más bien para la contratación de más aviones con el propósito de sofocar los incendios en la Chiquitania o atender otras urgencias de los grupos de voluntarios que se sumaron a la lucha tenaz contra el fuego que ha devorado millones de hectáreas y ha eliminado valiosas especies vegetales y animales.
El detalle es sobre cuánto se gasta para mostrar, simplemente, lo que ocurre, cuando todo ello es cubierto por la televisión privada y también por la prensa, que han desplegado personal para cubrir toda la información sobre la tragedia que enluta a todo el país. La publicidad contratada es simplemente propaganda del gobierno y su partido que han demostrado poco interés por la tragedia que cuesta al país no solamente dinero sino la destrucción de millones de hectáreas de ricos bosques, muerte de millones de animales y plantas, árboles y pastizales, cuya reposición durará muchas décadas.
Lo grave de estas políticas es que dan lugar a que todo lo que se hace indebidamente cunda en el ámbito internacional y en su momento podría significar desprestigio y poca confianza en el país; pero, para la autoridad principal del Estado, con todo lo que se diga y haga, “no es necesario declarar emergencia y desastre nacional” porque, según parece, “todo será solucionado en el curso de próximos días”.
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