Octubre mágico

ENTEL anuncia que en este mes se producirá la conexión de fibra óptica necesaria para que Bolivia tenga un servicio de Internet algo similar al que tienen todos los vecinos desde hace muchos años. El día que eso ocurra lo sabremos todos: será una fiesta azulada.

ENDE anuncia que en este mes serán firmados los contratos (en realidad cartas de intención) para que Bolivia pueda exportar energía eléctrica a Argentina y Brasil (cuando las líneas estén tendidas, lo que no se sabe cuándo pueda ocurrir, pero el anuncio se hará ahora).

YPFB dice que en este mes firmará los acuerdos para exportar un poco de gas a Brasil, aunque sea mediante contratos “interrumpibles” (pero no menciona que debe enviar el gas ya pagado por ese país.)

En este mes de octubre se hará la ceremonia, con banda de música y todo lo demás, para anunciar que el campo Sábalo pasó de producir 10 millones a producir 15 millones m3/d de gas gracias a un milagroso pase de prestidigitación hecho a cuatro manos: YPFB y Petrobras.

En este mes se volverá a anunciar que una empresa desconocida todavía se ocupará de construir los gasoductos hacia Perú y Paraguay para llevar 10 millones de m3/d a cada uno de ellos (aunque no se sepa de dónde saldrá ese gas).

En octubre han sido abiertas las oficinas de YPFB en Cuiabá, para un proyecto de venta de gas, que se suman a las abiertas el año pasado para numerosos funcionarios que deben ofrecer la urea en todo el territorio brasileño (aunque no han cerrado ningún trato de venta todavía).

Lo que no se dice, ni se publicita, es que en este mes se sabrá, todavía a sotto voce, que las importaciones de hidrocarburos superan a las exportaciones.

Que la deuda externa ha superado ampliamente los 10.000 millones de dólares, que la balanza comercial tiene un déficit de 1.000 millones de dólares, que el déficit fiscal está en 8% del PIB, que la moneda boliviana está sobrevaluada en 33% respecto del dólar, lo que significa que los ahorros de los bolivianos en los bancos están en riesgo.

La ventaja que tiene el gobierno es que sus anuncios favorables a su candidato se reproducen en los 100 medios de comunicación que controla el gobierno.

Pero sobre todo, que los medios independientes repiten esos anuncios con una ingenuidad enternecedora.

Siglo21bolivia.com