Vecinos incómodos

Cuando arreciaba el incendio, desde Salta se informaba que jaguares de la selva amazónica boliviana estaban entrando en territorio argentino, huyendo del fuego. Y ahora, en el parlamento paraguayo surge la iniciativa de pedir un resarcimiento económico a Bolivia por los daños económicos provocados a ese país por los incendios forestales aprobados por el gobierno de Evo Morales.

PETRÓLEO ORO ZINC Ni siquiera un ataque que resultó en el cierre de la planta de refinación más grande del mundo, logró elevar el precio del petróleo en septiembre. En los últimos 30 días, el precio ha caído en 2,86 por ciento y la caída con respecto al año pasado es de 31,26 por ciento. A pesar de tensión y peligro de guerra entre Arabia Saudita e Irán el precio se ha mantenido bajo como resultado de un menor consumo esperado en los países desarrollados en 2019. El índice de manufacturas ISM de Estados Unidos sirve para proyectar el crecimiento en el sector de manufacturas. El Índice de septiembre es el más bajo desde 2009. Esta nueva estadística pone en alerta al mercado mundial de materias primas y al mercado del oro también. Esta cifra junto a indicios de una sobreproducción de acero a nivel mundial, confirma temores de una desaceleración económica que generalmente favorece al precio del oro. Una repentina alza en la demanda del zinc para entrega inmediata en el Mercado de Metales de Londres (LME) resultó en un ligero aumento en el precio del zinc durante la semana pasada. Sin embargo, las nuevas cifras pesimistas sobre manufacturas que salen en Estados Unidos mantienen el precio del zinc y otros metales industriales a la baja. Los contratos para entrega en 3 meses subieron en la tarde de ayer, jueves, en el mercado de Shanghái.

Es probable que la demanda paraguaya llegue hasta organismos internacionales y el Estado boliviano tenga que dar explicaciones de las leyes y decretos aprobados a favor de la “quema controlada” de los bosques, pero sobre todo deba pagar en efectivo por los daños provocados fuera de las fronteras por esos fuegos que no fueron nada controlados.

Sería la primera vez en Sudamérica que un país se viera obligado a pagar por los daños económicos que provoquen las medidas de un gobierno en territorios ajenos a su geografía. Una demostración de que nadie puede ser irresponsablemente impune.

La crítica es mundial: “Asesino de la naturaleza”, lee un titular de The Guardian en referencia a Evo Morales, que es acusado de la devastación del fuego en Bolivia.

De nada servirá en ese caso que el Gobierno nacional insista en informar que actuó de manera “rápida y eficiente” contra el fuego, y lo diga incluso en las Naciones Unidas, cuando resulta que un país vecino está acusando al gobierno boliviano de actuar con irresponsabilidad.

Por el momento, los informes profesionales elaborados en Santa Cruz dicen que los incendios han afectado a 5,3 millones de hectáreas, la mayor quema realizada en la historia de Bolivia. No importa cuánto dinero se destinó a la tarea de apagar los incendios: lo que vale es que se trató del mayor incendio registrados hasta ahora en la historia boliviana.

El departamento de Santa Cruz ha decretado una tregua para los chaqueos y los asentamientos, por lo menos mientras siga la lucha contra los incendios, lucha que ha provocado hasta ahora la muerte de seis jóvenes voluntarios. El Gobierno censura la tregua y acusa a las autoridades cruceñas de usar argumentos racistas para oponerse a la llegada de “colonos” andinos a las regiones afectadas por los incendios.

Todo esto lleva a admitir que no estamos solos en la región. Que todo lo que se haga en Bolivia, desde incendios hasta la producción de droga y la generación de corrientes de contrabando, perjudica a todos los países vecinos. No estamos solos.

De nada sirve mentir a los bolivianos, porque los ciudadanos y los gobiernos de países vecinos tienen la posibilidad de decir la verdad, como está ocurriendo ahora en el caso del pedido paraguayo.

El Gobierno anuncia para diciembre la provisión de 200 baterías de litio para automóviles eléctricos que sean construidos en el país por la empresa Guantum, que lanzó sus primeros modelos.	Esos automóviles no pueden circular en el país debido a que las leyes bolivianas exigen que los rodados tengan al día sus papeles de importación y el pago de un sinnúmero de impuestos.