Vladimir C. Calatayud Cáceres
Incendio forestal es cuando el fuego se extiende sin control en terreno silvestre, afectando a combustibles vegetales, flora y fauna. Un incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen, su potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para superar obstáculos como carreteras, ríos y cortafuegos. Los incendios forestales pueden ser:
Intencionados: Representan cerca del 60% de los casos (entendiéndose intencionalidad cuando hay acción dolosa y culposa del causante). Las motivaciones son variadas, siendo la más común la quema no autorizada, ilegal e incontrolada de superficies agrícolas, sea para la eliminación de rastrojos o matorrales (como quema agrícola) o para la regeneración de pastos para el ganado.
Por negligencia o accidente: Representan un 20% a 25 % de los casos. Son quemas agrícolas (autorizadas, pero sus autores perdieron el control del fuego, extendiéndose éste por la superficie forestal colindante). Están también entre las causas habituales. Otras causas son las colillas y hogueras mal apagadas, motores y máquinas, quema de matorral, líneas eléctricas, quema de basura, trabajos forestales, etc.
Por rayo: Representa cerca de un 4 a 5% de los casos.
Por causas desconocidas: en cerca de un 15% de los incendios forestales no es posible determinar la causa.
Reproducciones de incendios anteriores: en contadas ocasiones (cerca del 2%) un incendio es producto de un incendio anterior que no llegó a extinguirse del todo y avanza a una nueva zona.
CÓMO ACTUAR
Si observa un incendio forestal o una columna de humo dentro del monte, es importante avisar lo más rápidamente posible a alguno de los servicios de emergencia más próximos. En caso de condiciones meteorológicas que favorezcan la propagación de incendios, hay que abstenerse de encender fuego en el campo con cualquier finalidad. Si está cerca de un incendio, trate de alejarse por las zonas laterales del mismo y más desprovistas de vegetación. Recuerde que un cambio en la dirección del viento puede hacer que el fuego lo rodee, por tanto vaya siempre en sentido contrario a la dirección del viento. Procure no ir hacia barrancos u hondonadas, ni procure escapar ladera arriba cuando el fuego ascienda por ella.
Es necesario contar con equipo de protección individual o cualquier equipo destinado a ser llevado por el trabajo en un incendio forestal, para que le proteja de uno o varios riesgos para su seguridad o salud, así como cualquier complemento accesorio destinado a tal fin. La selección y adquisición acertada de estos materiales puede encerrar gran dificultad, considerando las duras condiciones en que se desarrollan los trabajos de extinción, con riesgo muy elevado para el personal que actúa en primera línea y sometido a fuerte carga emocional, al tener que actuar en función del comportamiento del fuego y de la predicción del mismo.
Propiedades de los medios de protección individual a utilizar:
Casco de seguridad: De material no metálico, ligero, no inflamable, resistente a golpes y al calor. Provisto de barbuquejo para su mejor ajuste. Su color debe ser preferentemente amarillo o naranja.
Mascarillas anti humos: De material flexible, no inflamable, adaptada al rostro y cubriendo la zona buconasal. Pueden ser equipos establecidos contra polvo, humo y niebla. Las mascarillas son un filtro de partículas sólidas y antes de su uso hay que verificar la estanqueidad, el tiempo de uso depende del grado de utilización de la máscara. El usuario reconoce el límite de utilización por el sabor, olor, o al dificultarse la respiración, o bien debido a la irritación de las vías respiratorias.
Gafas contra impactos y proyección de partículas anti humo: de montura transparente, flexible, envolvente y adaptable a la parte superior del rostro, con amplia visión, dejando libre la zona buconasal, con orificios para dificultar el empañado, resistentes a los golpes y no inflamables.
Pantalón y camisa de tejido ignífugo: Su diseño debe ser lo más sencillo para que permita cualquier clase de movimiento. Debe ser de manga larga y ajustada a la muñeca, con cierres de cremallera y bolsillos. Su color debe ser fuerte, preferiblemente naranja o amarillo, con posibilidad de llevar en la espalda tiras reflectantes para mejorar su visibilidad por la noche.
Guantes ignífugos: De material ignífugo, resistentes y a la vez ligeros y flexibles, forrados interiormente con un tejido suave y con mosquetón para poder colgarse al cinturón.
Botas de seguridad: De cuero, de alta calidad, que cubran pies y tobillos y estén bien ajustadas, con suela gruesa de material aislante y dibujo profundo que dificulte el deslizamiento. Deberán estar provistas de plantillas aislantes contra recalentamiento al transitar por terreno quemado.
Cinturón lumbar: De tejido fuerte, tipo “lona”, no inflamable, de longitud regulable y con una serie de ojetes metálicos para colgar diferentes útiles y herramientas.
Accesorios complementarios: Cantimplora, linterna, silbato para señales acústicas y botiquín personal. El personal no sólo debe estar protegido contra el riesgo del fuego, sino que su equipo de protección le debe permitir la máxima movilidad, tanto para desarrollar su trabajo como para desplazarse por el monte o alcanzar una ruta de escape en caso de emergencia.
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