CAN, el organismo más sólido de América Latina

La Comunidad Andina de Naciones (CAN) es el organismo más sólido de América Latina, aseguró su secretario general Jorge Hernando Pedraza, quien dijo que esta característica responde a que sus normas son de aplicación directa y de derecho supranacional, lo que hace la diferencia con otras instancias multilaterales.

"Yo regento el organismo más sólido de América Latina, dos características que no tiene ningún otro organismo en América Latina, primero, nuestras normas son de aplicación directa y segundo, nuestras normas son de derecho supranacional", dijo a la ABI.

La Comunidad Andina es una organización subregional con personería jurídica internacional formada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela y compuesta por los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración (SAI).

Para Pedraza ni el mercado Común del Sur (Mercosur), ni la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), ni la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ni la Alianza del Pacífico u otro organismo de acuerdo comercial tienen la validez de que sus normas tengan supranacionalidad y sean de obligatorio cumplimiento para los Estados, los gobiernos y los ciudadanos.

"Nuestras normas son mandatarias, es decir, de obligatoriedad en su cumplimiento, incluso cuando hay contradicción entre una norma nacional y una norma de la CAN, prevalece la norma comunitaria de la CAN, en la jerarquía de la norma", dijo.

El secretario general ponderó la labor diplomática que desarrolla Bolivia en los últimos años y dijo que ese es el camino que debe seguir cada país para el fortalecimiento del proceso de integración en la región.

Según el portal de la CAN, los antecedentes de la Comunidad Andina se remontan al 26 de mayo de 1969, cuando un grupo de países sudamericanos del área andina suscribió el Acuerdo de Cartagena, también conocido como Pacto Andino, con el propósito de establecer una unión aduanera en un plazo de diez años.

Entre los objetivos de la CAN se encuentran promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros en condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y social, y acelerar el crecimiento y la generación de empleo laboral para los habitantes de los países integrantes de ese bloque.