Bocas de tormenta tapadas

“Más vale prevenir que lamentar”, y eso es precisamente lo que deberíamos hacer, ¿es que no escarmentamos con hechos producidos anteriormente? Recordemos, por ejemplo, la terrible granizada de aquel 19 de febrero del año 2002 que trajo tanto dolor a nuestra ciudad. Este fue un problema emergente de un fenómeno natural, pero ahora que está comenzado la época de lluvias, nuestras calles se inundan y recordamos aquellos terribles momentos.

Algunos ejemplos, la avenida Mariscal Santa Cruz, inundada totalmente y el agua en las aceras; en Sopocachi, Miraflores y tantos barrios lo mismo. Las bocas de tormenta, las rejillas y sumideros se encuentran tapados y hasta desaparecidos, pues ya no se los ve como antes, delante de las aceras, ¿hubo pavimentación? Si es así, ¿por qué? ¿Dónde entrará el agua que corre cuando llueve?

Es que realmente nos hemos cansado de que problemas urgentes no se resuelvan. Sin ser politiqueros, nos parece buena la gestión del Gobierno Municipal de La Paz; en estos últimos años, desde la gestión del alcalde Juan del Granado y en la actual, hemos avanzado mucho con Barrios de verdad, los Centros de Salud municipales superan a muchos y son una maravillosa opción en temas de equipamiento, infraestructura, costos y otros. Los PumaKataris tienen muchas cosas buenas, pero no pierdan puntos, con el horror que se produce cada que llueve.

Los medios televisivos ya han mostrado estas rejillas, sumideros y bocas de tormenta tapadas y hace tiempo. Cuando llueve rebalsan con toda la basura que traen dentro y sube a las aceras un líquido negro, apestoso y lleno de microbios. Es nuestra Ciudad Maravilla, que con cada lluvia se vuelve horrorosa. Es probable que los alcantarillados puedan colapsar y quizás hasta al interior de nuestras viviendas retorne el agua que corre sin fin.

Y después de las lluvias, con el intenso sol al borde de las aceras queda una tierra seca que hasta contamina el ambiente con bacterias. La Dirección de Mantenimiento, el Programa de Drenaje Fluvial, Emergencias del Gobierno Autónomo Municipal, a quienes corresponda, por favor antes que se remojen las casas por el exceso de agua y se caigan, solucionen esto. La limpieza de las bocas de tormenta cuesta, pero pagamos nuestros impuestos, por ello exigimos, y si a EPSAS también le toca, manos a la obra y a trabajar.

Las personas tenemos mucha culpa, las bocas de tormenta no son basureros de escombros, comidas, zapatos, ramas, excrementos de perros y demás mugre que se ve al pasar. Más basureros, los canastillos hacen falta, a veces no hay donde botar una botella de refresco, papeles. Hay que ir a buscar los contenedores y tampoco tenemos tanto tiempo.

Podemos prevenir desastres, porque pueden suceder y hasta quizás ya han acontecido. Pongamos todos de nuestra parte, pero ya no más calles, avenidas, y aceras apestosas cuando llueve. Está comenzando la época de lluvias y como están las cosas, si no se actúa a tiempo, Dios nos libre y proteja de vivir otra vez un febrero negro, pero ya no por la granizada, sino por las aguas sucias de las bocas de tormenta.

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