Mercado nacional
> Si bien la economía nacional creció más que los países de la región, el empleo formal no fue de la mano del mismo, ya que de acuerdo con organismos internacionales la informalidad es la mayor a nivel mundial
La falta de fuentes laborales empuja a la población a recurrir al trabajo informal o carente de beneficios sociales, que se refleja en el crecimiento del comercio y el aumento de los puestos de venta en las calles, ampliando la economía informal y los jóvenes son los más afectados así como los profesionales.
En ese contexto, según análisis del sociólogo, Mircko Vera, docente de la Universidad Mayor de San Andrés y la Universidad Católica, el nivel de empleo en Bolivia es precario en términos salariales y beneficios sociales. Esto se debe a la economía informal, que genera distintas formas de empleo, entre ellos están los profesionales libres, empresas unipersonales y el comercio informal.
Eso repercute en la falta de alternativas laborales. Espacios en las áreas de manufactura y servicios son muy bajas en Bolivia, lo que propicia que económicamente la producción local se encuentre débil.
Ese panorama tan adverso da lugar al crecimiento del comercio informal y que profesionales independientes inicien emprendimientos.
El aporte del comercio informal a la producción nacional es casi nulo, ya que su respaldo a la producción de artículos nacionales no se plasma, y es por ello que esta actividad no genera aranceles ni tributos para el Tesoro General de la Nación.
NIVEL INTERNACIONAL
Mientras tanto, el director de la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés, Fidel Rojas, afirmó que la precariedad de los empleos es un fenómeno que se está dando en muchas partes del mundo, más allá de los esfuerzos de los gobiernos.
Las actividades informales, por lo general, tienen dos características: temporal y precario, que en vez de disminuir va en aumento; a pesar de ello también la economía presenta empleos formales, los mismos que se van mermando por las normativas sociales que se implementaron en la actual gestión de Gobierno.
Una de las medidas sociales que empujaron a las empresas a la economía informal fue el doble aguinaldo, pero también la tramitología y los altos impuestos.
Mientras tanto, el empleo formal va en bajada y la creación de nuevas fuentes de trabajo se hace cuesta arriba. Ante este panorama, el Gobierno empezó a implementar el Plan Nacional de Empleo, que apoya a los jóvenes con su primer empleo en el pago de su salario.
SOBREEXPLOTACIÓN
Sin embargo, ante los cambios económicos que se presentan a nivel mundial, las empresas buscan el desarrollo a través de la competitividad, lo que en algunos casos provoca la sobre explotación laboral, que genera precariedad, menor salario e incumplimientos de beneficios sociales.
Por las razones mencionadas, las personas deben buscar de manera independiente sus propias formas de subsistencia, y esta situación se intensifica en América Latina, aseguró Rojas.
El Plan Nacional de Empleo busca acomodar a los jóvenes con y sin experiencia en el mercado laboral. Con esta medida, según el Gobierno, se logró reducir el desempleo en Bolivia.
EL DIARIO consultó con Marcela Alcocer, responsable del servicio público de empleo, para conocer datos estadísticos sobre el avance del programa de Plan de Empleo para los jóvenes, en los últimos meses, y lamentablemente no obtuvo respuesta.
DATOS
Según publicó en febrero del presente año, xinhuanet.com, en 2018, en Bolivia se redujo la tasa de desempleo de 4,48 a 4,27 por ciento, la cifra más baja en Sudamérica, según la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del 15 de febrero.
Estudios del INE muestran que la población ocupada en Bolivia alcanzó unos 3 millones 571.000 personas, de las cuales el 22,1 por ciento tiene como principal actividad el comercio.
Con un 14,1 por ciento le siguen las personas vinculadas con la industria manufacturera y un 9,8 por ciento trabaja en alojamiento y restaurantes.
Datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra que la tasa de desempleo juvenil estaba en un 8,5 por ciento en 2018.
Las cifras del Banco Mundial están en 7,3 % (jóvenes entre 15 a 24 años) y según el Plan de Generación de Empleo llega al 6,5 % (jóvenes entre 18 a 35 años).
“Uno de los problemas que sí tenemos en Bolivia, y así lo reconocemos, es la calidad de empleo, que significa empleo permanente, con seguridad social y otros elementos”, reconoció el viceministro de Trabajo, Héctor Hinojosa a un medio de comunicación, meses atrás.
Explicó que es alto el porcentaje de las personas que no tienen empleo de calidad, y están en el mercado informal; ocho de cada 10 son ocupados.
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