El papa Francisco, en su discurso de inauguración al Sínodo sobre el Amazonas, cuestionó los debates históricos de la Argentina en los que por décadas se trató con discriminación a los extranjeros que llegaban a su país como es el caso de los bolivianos a quienes les impusieron el apodo de “bolitas”.
“Es el desprecio de los pueblos, y a eso voy, a la experiencia de mi tierra, eso, ‘civilización y barbarie’ que sirvió para aniquilar pueblos, todavía sigue en mi patria, con palabras ofensivas y entonces se habla de civilización de segundo grado”, afirmó.