Fredy Escobar Vega aborda la distorsión de la realidad

“Luz & Distorsión” es el nombre que le puso el artista plástico Fredy Escobar Vega a su exposición de obras pictóricas que está relacionada con la deformación de la realidad, la misma será inaugurada esta noche en la sala Bartolina Sisa del Museo Nacional de Arte, y se prolongará por 30 días, aproximadamente.

El pintor cochabambino de amplia trayectoria artística dijo a EL DIARIO, que esta nueva muestra tiene que ver, primero con la luz en el sentido académico, físico y conceptual; por otro lado, con la distorsión relacionada a la deformación de la realidad; es decir, son dos recursos que permiten analizar de manera plástica y subliminal el fenómeno del poder.

Asimismo, sostuvo que el objetivo de esta muestra es la de sacudir al espectador en su percepción formal y cotidiana, desde su manera de concebir el arte y las cosas que parecieran que cuanto más se acercan a la realidad tienen mayor valor; sin embargo, dijo: “Lo que llamamos el realismo es solo una aproximación conceptual a la realidad, el mismo es bastante heterogenia y que el realismo es una deformación, una reconstrucción de la realidad, vale decir que la perspectiva es definida académicamente como la deformación que sufren los objetos desde el punto de vista del observador”.

Por otro lado, manifestó que todo lo que hace un artista tiene que ver con lo político, todo lo que hace un hombre tiene que ver con lo políticos, por lo tanto el arte no es ajena a la política, por lo que su trabajo está ligado a la problemática del bien común, de la opresión y del poder, “por eso he utilizado en mis obras a algunos personajes políticos, algunas costumbres arraigadas al folklore que tienen un impacto en el poder político”, dijo.

“LUZ & DISTORSIÓN”

Fredy Escobar Vega explicó que los trazos y colores de Escobar apuntan a un carácter político en dos sentidos, por un lado, se interesa en retratos y representaciones de actores o personajes políticos, o de figuras de la historia política; y por otro, una representación de figuras icónicas de los pueblos originarios, que simbolizan el poder ancestral y la valentía, como los luchadores del tinku; o aquellas otras figuras icónicas del cholo y de la chola, que representan el poder civil, económico de nuestra Bolivia contemporánea.

Lo político en la obra de Fredy Escobar no se reduce a lo que representa en sus cuadros, sino en la implementación de un expresionismo figurativo en volumetrías extendidas dilatadas, hinchadas, que van ganando cuerpo por medio del trazo expresivo y la luz que imprime en los iconos contemporáneos del poder.

A inicios de la década de 1970, después de estudiar con Raúl González Prada y Remberto Herbas Parra, el artista egresa de la Escuela de Bellas Artes de Cochabamba, para continuar sus estudios en arquitectura. Aún sin culminar la carrera, en 1976, bajo la dictadura del general Hugo Banzer, se ve obligado a huir a Caracas, Venezuela, donde en medio de la efervescente escena cultural de la época y la fuerte influencia de la Filosofía de la Liberación, retoma el estudio de la pintura y el muralismo con importantes artistas como Gabriel Bracho, Alirio Oramas y Jacobo Borges. En 1991, Escobar vuelve a Bolivia para destacarse en la pintura contemporánea y del arte político boliviano.