Si bien el desarrollo de las empresas pequeñas tiene muchas dificultades para convertirse en grandes, las políticas públicas tienen la tarea de apoyar a este sector para reducir los obstáculos, y empujar a las mismas a la formalización, según Osmel Manzano, asesor económico regional del BID.
El experto del órgano internacional destaca que América Latina, así como Bolivia, el crecimiento fue inclusivo, redujeron la pobreza y la desigualdad, debido a la generación de fuentes de trabajo.
Ahora el detalle es cómo mantener ese proceso para adelante, se preguntó el experto, y su respuesta apunta al fortalecimiento de las pequeñas empresas, pero sostiene que los gobiernos tienen que diferenciar entre ésta y la grande, ya que son diferentes.
Uno de los retos que tiene la región es la competitividad, dijo Manzano a tiempo de indicar que la inserción de las pequeñas empresas para pasar a medianas o grandes, es complicado, y es por ello que la política pública debe enfocarse en este sector.
Tiene que ver cuáles son las barreras que impiden la inserción y el desarrollo de las pequeñas empresas en la región, y nombra como posibles trabas a temas fiscales, trámites engorrosos, poca accesibilidad al crédito.
INFORMALES
Pero también las recomendaciones de las encuestas, que realizó la organización, apuntó a la barrea de la informalidad, y ahí hay un tema pendiente, formalizar a los emprendimientos, reflexionó.
Detalló que por lo general las informales no cumplen con las mismas obligaciones de una formal, y por ello para empujar al sector a éste sector se debe trabajar para reducir la tramitología, que se le hace difícil a los pequeños emprendimientos.
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