País más democrático para sanar heridas

A una semana de las elecciones generales, el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, monseñor Braulio Sáez García, afirmó que los bolivianos necesitamos tener un país más democrático para sanar tantas heridas y mucho dolor.

“Necesitamos orar para que el Señor se apiade de tanto dolor y tantas injusticias en que estamos sumidos”, dijo monseñor Sáez al explicar que Bolivia sufre muchas heridas, mucho dolor escondido, muchas muertes, injusticias y mucho maltrato a las mujeres.

Manifestó que una de las tantas injusticias es la situación de la Chiquitania que mantuvo al país en vilo durante tanto tiempo y la otra son las elecciones nacionales que tendremos el próximo domingo.

“Sí queridos hermanos estas injusticias nos invitan a orar, nos duele el país, nos duele tantas heridas que urge sanar, por eso estamos convencidos que queremos un país más democrático, más justo y más solidario, un país donde todos seamos iguales y por eso oramos”, indicó durante su homilía dominical.

Al terminar la ceremonia dio lectura al pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Boliviana que exige elecciones transparentes donde los ciudadanos puedan votar y elegir al partido que ha presentado propuestas concretas y factibles en el marco del bien común y de los valores democráticos de la libertad, la justicia y la igual dignidad de todo boliviano.

La Conferencia advierte que no se puede desconocer que los bolivianos acuden a las estas elecciones en un clima de desconfianza, como han manifestado públicamente muchos sectores de la población, por el temor de una posible manipulación del proceso electoral.

Recuerda que las elecciones se fundamentan en el respeto al voto personal, secreto y libre de cada ciudadano, por eso deben llevarse a cabo de forma transparente y bajo el estricto control de los veedores internacionales, los jurados electorales, los partidos políticos y los mismos electores, a fin de que se acate estrictamente el resultado de las urnas, en el respeto a la decisión soberana del pueblo boliviano. (Erbol)