La ofensiva turca que ha comenzado esta semana en el noreste de Siria ha provocado ya el éxodo de 130.000 personas de los primeros objetivos de Ankara, las ciudades de Ras al Ain y Tel Abyad, en especial en las zonas rurales de alrededor, mientras la situación en otra de las zonas amenazadas, según la última evaluación de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Siria.
Naciones Unidas continúa negociando tanto con Turquía como con los rebeldes kurdos para facilitar el acceso en esta ciudad al suministro eléctrico y de agua, que afecta a 400.000 personas, entre ellos los campos de Al Hol y Arisha, centros principales de recepción de los desplazados.