Falleció Sebastiana Kespi, icono del cine boliviano

La indígena Sebastiana Kespi, quien de niña dio visibilidad a los Uru Chipaya en una de las obras maestras del cine boliviano, falleció a los 77 años de edad, tras una vida en que se convirtió en un icono de esta comunidad originaria de Bolivia.

“Lamentamos el fallecimiento de la hermana Sebastiana Kespi, Premio Nacional Gunnar Mendoza”, escribió en Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales, recordando que Kespi recibió ese galardón de ámbito nacional.

Morales destacó en su mensaje en la red social que Kespi “llevó en alto el nombre de los Uru Chipaya al hacer conocer la grandeza de esa cultura. Enviamos nuestras más sentidas condolencias a su familia”.

Kespi falleció esta madrugada a sus 77 años, aquejada por las “dolencias de la vejez y su enfermedad de Alzheimer que avanzó mucho en los últimos días”, informó su yerno, Augusto Felipe Mamani, citado en un boletín del Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia.

“Las últimas dos semanas ya no podía hablar ni comer nada. Esta mañana nos dejó a eso de las 7.00 de la mañana (11.00 GMT)”, señaló Mamani, según la nota.

Kespi fue protagonista a sus 10 años de “Vuelve Sebastiana” (1953), el mítico filme del cineasta boliviano Jorge Ruiz, considerado el padre del cine indigenista andino.

“Vuelve Sebastiana” relata la vida de Sebastiana, una niña pastora de la milenaria etnia Uru Chipaya que habita a orillas del lago Poopó, en la región andina de Oruro.

Por este filme, Ruiz fue el primer cineasta boliviano que obtuvo un premio internacional, al ser galardonado en el Festival del Sodre en Uruguay, en 1956.

El legado de Ruiz, incluida “Vuelve Sebastiana”, es desde 2013 parte del Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe (Mowlac, en inglés) de la Unesco.

Sebastiana Kespi recibió en vida galardones como la Medalla al Mérito Cultural otorgada en 2015 la Cámara de Diputados por su aporte a la cultura, o el premio internacional Memoria del Mundo en 2017, según el ministerio.

En 2017, esa entidad estatal le confirió el Premio Nacional de Gestión Cultural “Gunnar Mendoza”-2016, junto a una medalla de oro, un diploma de honor y el equivalente a unos 5.700 dólares.

Sus familiares contaron que en sus últimos días Kespi “desvariaba, hablaba cosas sin sentido y su memoria fallaba”, por lo que no se separaban de ella, señala el comunicado.

Su cuerpo será velado y enterrado en su natal Chipaya, una comunidad rural de la provincia Sabaya, en Oruro. (EFE)