La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) informó que las entidades financieras tienen niveles adecuados de calce entre los activos y pasivos, que mantienen en el marco de las operaciones que desarrollan en el sistema financiero nacional, aspecto que es monitoreado de forma permanente.
Algunos economistas expusieron su preocupación por la menor brecha entre ambos indicadores, y que podría llevar a un escenario complicado para el sistema y las entidades financieras.
Sin embargo, la ASFi a través de una nota de prensa señala que tales opiniones demuestran un desconocimiento sobre el sistema financiero y que hablan de un supuesto “descalce financiero”, tomando como referencia, de manera inadecuada, la brecha entre los depósitos y la cartera de créditos, cuando el término «calce» aplicado al sector financiero se relaciona principalmente con el equilibrio de plazos y monedas que deben guardar los activos y pasivos de las entidades financieras.
Un «descalce» de plazos entre activos y pasivos implica un mayor riesgo de liquidez, pues la entidad podría no ser capaz de cumplir con el pago de sus obligaciones, señala y sostiene que
la reglamentación establece directrices básicas para la gestión del riesgo de liquidez, que incluye la determinación de límites internos prudenciales y un seguimiento continuo del calce de plazos. Gracias a la regulación y supervisión prudenciales los activos líquidos del sistema financiero representan el 56% de los depósitos de corto plazo.
En la actualidad, a diferencia de lo que ocurrió en la década de los años 80’, 90’, y los primeros años del nuevo milenio, las entidades financieras gestionan sus activos y pasivos de manera apropiada y en correspondencia con las operaciones que realizan, lo que ha derivado en que experimenten un crecimiento sano, respaldado en un fortalecimiento patrimonial continuo, afirma la nota.
Asimismo, producto del contexto económico favorable que atraviesa el país y la elevada participación de la moneda nacional en la cartera (98,6%) y en los depósitos (87,0%), los prestatarios del sistema financiero perciben sus ingresos en bolivianos y cumplen sus obligaciones crediticias en la misma moneda, a diferencia de años anteriores en el que debían pagar sus préstamos en dólares y en un contexto de tipo de cambio ascendente, lo cual generó elevados índices de mora.
Por otra parte, el desempeño de la economía, también incidió en la capacidad de ahorro de la población, lo que sumado a las fuentes de financiamiento que poseen las entidades financieras, permitió la canalización de créditos a los sectores que así lo demandaron, y al tener estos sectores las fuentes de ingresos suficientes para honrar de manera puntual estas deudas, reflejado en los bajos niveles de mora observados, se generó un círculo virtuoso que apoya la dinámica económica y permite a las entidades del sistema financiero mantener su rol de canalizador del ahorro hacia la inversión.
ANÁLISIS
En relación al análisis de los depósitos y la cartera de créditos, es importante hacer notar que la composición de esta última variable (crédito), se incluye a entidades que en la actualidad utilizan fuentes de financiamiento alternas a los depósitos para canalizar recursos al crédito, como es el caso de las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) y el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), que suman una cartera total de 984 millones de dólares, haciendo que la brecha entre depósitos y créditos colocados sea mayor ($us 795 MM).
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