Sin legitimidad, Ortega conduce al abismo

Managua.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, conduce al país "a un precipicio del que no será fácil salir", informó este jueves la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, en su posicionamiento sobre los primeros 18 meses de la llamada "insurrección cívica" contra el gobernante nicaragüense.

"A pesar de la represión desatada por la dictadura Ortega Murillo, la rebeldía e indignación del pueblo siguen intactos, la dictadura ha sido incapaz de recuperar hegemonía y legitimidad, sin embargo, aferrado al poder, conduce al país a un precipicio del que no será fácil salir", destacó la Unidad, en su pronunciamiento.

En abril de 2018 una aparente mayoría de nicaragüenses se levantó en protestas contra Ortega, inicialmente por unas reformas a la seguridad social, pero luego por la indignación que causaron los ataques con armas de guerra ejecutados por policías y paramilitares, que dejaron cientos de manifestantes muertos y miles de heridos.

A las dichas víctimas se suman cientos de "presos políticos", la mayoría de los cuales salieron de prisión con libertad condicional, más de un centenar de personas desaparecidas, y decenas de miles de opositores que han huido al exilio.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contó al menos 328 muertos en el marco de la crisis entre abril de 2018 y julio pasado, no obstante organismos humanitarios locales elevan la cifra hasta 651, mientras el Gobierno, que alega defenderse de un supuesto "golpe de Estado", reconoce 200.

En términos económicos Nicaragua retrocedió un 3,8 por ciento en 2018, como producto de la crisis, y 2019 también podría terminar con un crecimiento negativo, si no hay cambios, según los datos del Banco Central.

La Unidad, el movimiento opositor más amplio de Nicaragua, sostuvo en su posicionamiento que el de Ortega es un Gobierno ilegítimo de origen, ya que sus reelecciones han estado envueltas en polémica, porque la Constitución originalmente no admitía reelecciones, pero también por supuestos fraudes electorales.

Los opositores también sostuvieron que Ortega ha roto "el orden constitucional" y "está señalado de cometer crímenes de lesa humanidad", afirmación que sostiene la CIDH.

Compuesta por manifestantes y movimientos "autoconvocados", la Unidad pidió a la comunidad internacional que ejerza presión a Ortega, para que libere a los "presos políticos", devuelva las libertades fundamentales, desarme a los paramilitares y detenga la represión

También solicitaron que brinde seguridad "al retorno del exilio forzado a más de 80.000 personas", devuelva todas las organizaciones y medios de comunicación confiscados, y permita el retorno de la CIDH y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).

Tanto la oposición como organismos locales e internacionales han propuesto a Ortega que se adelanten las elecciones de 2021, como una solución pacífica a la crisis, sin embargo el presidente, que Gobierna Nicaragua desde 2007, se niega a dicha posibilidad.

La crisis actual de Nicaragua es la peor desde los años 1980 a 1990, que también ocurrió bajo la presidencia de Ortega. (EFE)