Migración del Mediterráneo
Los niños y adolescentes se encuentran en el país europeo desde 2014
Madrid.- Unos 60.000 de los menores migrantes y refugiados que llegaron a Italia entre 2014 y 2018 sin el acompañamiento de ningún adulto necesitan un "apoyo continuo" por parte de las autoridades para garantizar que no quedan desprotegidos al cumplir los 18 años, han reclamado ayer tres agencias de la ONU en un mensaje común. Durante los últimos cinco años, unos 70.000 menores no acompañados han llegado a Italia tras cruzar el Mediterráneo.
De ellos, el 90 por ciento tenía entre 15 y 17 años, por lo que Naciones Unidas estima que 60.000 de estos adolescentes han alcanzado la mayoría de edad en este tiempo. El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han publicado un informe en el que advierten de que estos menores se enfrentan en su vida adulta a retos que van desde la discriminación a la dificultad para encontrar trabajo, pasando por trabas burocráticas o la falta de un mínimo asesoramiento legal.
"La diferencia entre un refugiado o migrante de 17 años que ha huido del conflicto y la violencia y uno de 18 años que ha pasado la misma experiencia traumática es insignificante", ha afirmado la coordinadora del programa de migraciones de Unicef en Italia, Anna Riatti. Cumplida la mayoría de edad, llega también "un mayor riesgo de sufrir aislamiento social, violencia, abusos y un futuro incierto", ha añadido. El representante de ACNUR para el sur de Europa, Roland Schilling, ha abogado por reconocer las necesidades de estas personas y a tener en cuenta los factores que permitirían garantizar "una transición positiva entre ser un niño refugiado a un adulto independiente, autosuficiente y resiliente".
Entre las recomendaciones planteadas figuran garantizar una adecuada relación de los menores con sus compañeros y con sus guardianes, acceso a formación, tanto escolar como profesional, y garantías para que puedan tener una vivienda "segura y adecuada", según el comunicado conjunto de las tres organizaciones.
El informe 'En la encrucijada: Niños no acompañados y separados en transición a la edad adulta en Italia' recoge la "triple transición" a la que se enfrentan estos menores a los que se les suma no solo el paso de la adolescencia a la edad adulta, sino la llegada a un país nuevo y el viaje emocional que supone en la mayorías ocasiones la migración en sí.
La directora de la oficina de coordinación de la OIM para el Mediterráneo, Laurence Hart, ha subrayado que el informe no solo pone sobre la mesa las "vulnerabilidades" de estos jóvenes, sino que también "enfatiza sus fortalezas, su capacidad para actuar y su resiliencia, así como su potencial". (Europa Press)
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