Con música, dulces, cigarros, coronas de flores, centenares de devotos celebraron en Día de las “ñatitas”, calaveras humanas que reciben ese nombre porque les falta la nariz, a las que se les atribuyen capacidades protectoras y se cree que dan buena suerte. La Administración del Cementerio General recibió la visita de más de 15.000 creyentes.
Esta celebración data de la época precolombina y se relaciona con la festividad de Todos Santos. Existe la creencia que en este tiempo existe la presencia del ajayu o alma después de la muerte.
El 8 de noviembre y, como todos los años en esta fecha, miles de bolivianos acudieron a este camposanto para rendir culto a las “ñatitas”. Lucho luce gafas de sol y corona de flores, unos atuendos que no desentonan entre el resto de ostentosos cráneos que invaden el cementerio.
Solo una vez al año, un semana después del día de Todos Santos, las “ñatitas” abandonan la morada de sus familiares para recibir tributo en los cementerios de La Paz y la vecina El Alto, ciudades donde la tradición tiene mucho arraigo. Allí obtienen una bendición, además de recibir agasajos que incluyen la ofrenda de cigarrillos, alcohol y hojas de coca. Bolivia vive desde hace más de dos semanas una crisis política y social tras las denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre a favor del presidente del país, Evo Morales. Esta jornada de “ñatitas” estuvo marcada por la petición de “paz para el país” que hicieron quienes llevaban las calaveras.