Dijo que no renunció
Después de emitir su renuncia pública en varios canales de televisión, y después de abandonar el refugio que pidió en la Embajada de México junto a la exdiputada Susana Gutiérrez, la exsenadora, Adriana Salvatierra (MAS), dejó su refugio diplomático, se reunió con la bancada masista y pretendió ingresar a la Asamblea Legislativa para posesionarse como presidenta del país.
La Policía se lo impidió. Después de una reunión junto a legisladores del MAS en oficinas del ex Banco Minero, donde se reportó que hubo riñas, los parlamentarios liderados por la exparlamentaria Salvatierra, intentaron ingresar en grupo al edificio principal, donde está el hemiciclo pero chocaron una barrera de policías antimotines.
El jefe del operativo le dijo a Salvatierra que había renunciado y ella respondió: “no a mi curul ni a la Presidencia”. Posteriormente, reconoció que hizo su renuncia pública, pero la correspondencia no se leyó en el Senado, por lo cual sigue en el ejercicio del cargo. En la discusión, Salvatierra aseveró que debía entrar a su fuente laboral y denunció que se le estaba impidiendo el acceso.
El objetivo del MAS era realizar una sesión donde ante la ausencia de Evo Morales y Álvaro García, Salvatierra asumiría la Presidencia de Bolivia. Se produjo una trifulca y en medio del forcejeo, los masistas gritaron: “dejen entrar a la Presidenta de Bolivia”, “no hay renuncia” y denunciaron “dictadura”. Posteriormente Salvatierra mostró una supuesta agresión policial con su blusa rota, pero en un video de Unitel se ve que antes del forcejeo, la exlegisladora salía del exbanco Minero con la blusa rota. Salvatierra renunció a su cargo después de las renuncias de Evo Morales, Álvaro García y Víctor Borda quien era presidente de la Cámara Baja