Autoridades y economistas
La convulsión social que se registra a nivel nacional ha provocado pérdidas económicas cuantiosas para las industrias, y la falta de energía agrava la situación de las empresas bolivianas
A pesar de su carácter transitorio, el Gobierno anuncia que dejará una base económica sólida y un cierre de gestión 2019 con déficit; sin embargo, la convulsión social afectará a los datos macroeconómicos, y se advierte menor crecimiento, según autoridades y economistas. La estimación de crecimiento fijado por la anterior administración de gobierno, fijó un crecimiento de 4,5%, una inflación de 4%, un déficit de 7,9% y una inversión pública de más de 5.000 millones de dólares.
Pero en agosto el Banco Central de Bolivia (BCB) revisó la inflación a la baja, de 4% a 3,5%, pero los problemas de abastecimiento de productos de la canasta familiar, podría aumentar la cifra hasta finales de gestión. Mientras tanto, el déficit fiscal proyectado a principios de año, al parecer se incrementará por los incendios en la Chiquitania, pero también este costo puede favorecer al Producto Interno Bruto (PIB).
ECONOMÍA NACIONAL
La economía nacional se basa en el modelo comunitario del anterior Gobierno, que tiene como principales pilares al consumo interno y a la inversión pública, pero dependiendo de los precios de los commodities, como el petróleo y minerales, productos principales de exportación del país. Las exportaciones en ese contexto no se han liberado, pero una vez abastecido el mercado interno los empresarios realizan el trámite para vender a los países vecinos, previa autorización de las autoridades nacionales.
Ante ese panorama, el nuevo ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Luis Parada, anunció la liberación de las exportaciones, previo abastecimiento interno, y sentar las bases para una economía real. Entre tanto, en el corto plazo, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Wilfredo Rojo, anunció una revisión de las empresas públicas para conocer en detalle en el estado en el que se encuentran, cuyo objetivo busca reducir el déficit fiscal y mejorar su operatividad de las mismas.
Entre tanto, en una entrevista anterior, el economista José Gabriel Espinoza, en un análisis de la economía en una situación de convulsión social, dijo que la región registra menor crecimiento, y Bolivia va en la misma dirección. Ya en una anterior oportunidad recomendó, al igual que los empresarios, hacer modificaciones al modelo económico con el objetivo de evitar los efectos de la crisis internacional, sin embargo las anteriores autoridades negaron tal situación y más bien apuntaron a profundizar el mismo.
Pero el bajo precio de los commodities y la reducción de volúmenes de compra de gas natural por parte de Brasil y Argentina, incidieron en menores ingresos para el Estado, y se reflejó en un menor presupuesto para universidades, municipios y gobernaciones. Mientras tanto, en el sector de hidrocaburos, las petroleras detuvieron trabajos, y a esto hay que sumar los anuncios del ministro del sector, Víctor Hugo Zamora, en revisará la Ley de Promoción para la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera.
PÉRDIDAS
Por otra parte, el secretario general de la Cámara Agropecuaria regional, Germán Aguilar, informó la semana pasada que los cerca de 30.000 productores de alimentos de Cochabamba perdieron 250 millones de bolivianos durante los 21 días de bloqueos y paros registrados en ese departamento. Detalló que los rubros más afectados fueron los referidos a la producción lechera, avícola y porcina, además del sector agrícola, cuyo perjuicio económico y logístico es irreversible. Explicó que la recuperación del sector productivo demorará varios años, porque costará paliar los efectos de alimentos dañados y la reducción de ventas.