El país ha vivido un tiempo de profunda tensión, con algunos desenlaces que enlutaron a familias bolivianas. Es más, continúa aún con sobresaltos que debe afrontar y solucionar el nuevo gobierno transitorio. A lo sucedido durante estos días bien se puede calificar como “la epopeya de un pueblo” que con base en una resistencia no violenta, salvo escasas excepciones, pudo lograr lo que exclama mucha gente: la recuperación de las libertades y la democracia.
Esto en base al accionar y reacción de la población, sobre todo de los jóvenes universitarios, médicos, amas de casa, y población en general. A propósito, una especie de muletilla bastante utilizada en estos tiempos está relacionada con la expresión frecuente por parte de los actores de la vida política nacional: “los movimientos sociales”. Lo hacen representantes de distintos bandos y jerarquías, hecho que virtualmente ocasionó que se haya introducido, si se quiere, “hasta en la sopa diaria”, dando paso a cierto fastidio por las reiterativas y porfiadas menciones.
Esta palabra -muletilla- es definida como “una frase o expresión que por hábito o costumbre es repetida mucho. Se trata de un vicio del lenguaje que utiliza expresiones innecesarias de manera constante”. Su repetición es por demás constante, principalmente a través de los medios masivos de comunicación, para referirse a marchas de protesta o apoyo por cualquier exigencia o condicionamiento -incluso con la manipulación y hasta la detonación de los denominados cachorros de dinamita, originando terror y zozobra en la ciudadanía- sea de mineros, o de quienes blandiendo chicotes, palos, o piedras correspondan a grupos de originarios, choferes, u otros.
Es cuando exclaman que se trata de “movimientos sociales” que hacen conocer su rechazo a las situaciones que les están afectando y nadie les brinda solución. Otrora descritas como valerosas “masas”, a las que hace referencia el gran escritor René Zabaleta Mercado, en su obra “Las masas en noviembre” (1983) ¿son cosa distinta de lo que se ve hoy? Sin embargo éste pensador boliviano enfatiza: “…Esta es la patria de la injusticia social, y, si no fuera por sus masas, sería mejor que no existiera Bolivia.
Sociedades como Bolivia, Perú y algunas más están condenadas entre otras cosas por la depravación de la desigualdad entre sus propios hombres”. Sin embargo, respecto a esta “muletilla” -movimientos sociales- el resultado es que cuando protestan médicos, universitarios, enfermeras, amas de casa, etc., virtualmente no forman parte de ello y, al contrario, vendrían a ser “movimientos NO sociales”, en una evidente discriminación “in fraganti”, manejada por grupos antagónicos. Pues bien, lo cierto es que lo hecho estas semanas por el pueblo queda inscrito como el accionar de “masas” reales o “movimientos sociales” en una gesta quizá sin precedentes para hacerse escuchar. Entonces nada más apropiado que pedirle prestado su título a René Zabaleta Mercado para calificar esa insurgencia como “las masas en noviembre”, restando solamente restañar las heridas entre los bolivianos, en busca de una patria de todos. Amén.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |