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YACKIELINE RODRÍGUEZ
Actualmente, vivimos rodeados de personas con ciertas conductas violentas, en diferentes situaciones y etapas de la vida. Estas actitudes se deben analizar para prevenirlas.
Estudios refieren que la agresión es un modelo de aprendizaje que ha sido también aplicado para explicar la conducta agresiva. Asimismo, refieren que la agresión es un impulso innato y toda conducta agresiva es resultado de una fuerza interna del organismo que se activa cuando a éste se le impide conseguir una determinada meta que intenta alcanzar.
Por ejemplo, una experiencia desagradable nos provoca un estado afectivo negativo. La agresión se adquiere, mantiene y desarrolla según los principios del aprendizaje social.
Existen factores biológicos, psicológicos y sociales para explicar cómo aparece un acto agresivo en una situación concreta y también cómo se desarrolla ese tipo de comportamiento a lo largo del tiempo. Así también hay mecanismos de factores ambientales que pueden aumentar o tener una tendencia de agredir:
1.- El ruido: Lo más estresante es la imposibilidad de predecirlo y la falta de control sobre él. El ruido continuado tiene un efecto acumulativo en la tolerancia a la frustración.
2.- El hacinamiento: No es la densidad (número de personas), sino la experiencia subjetiva displacentera asociada a la densidad la variable que se asocia a la tendencia a agredir. Afecta más a hombres que a mujeres.
3.- La temperatura: Teoría de la “Ley térmica de la delincuencia”; predice una relación lineal entre temperatura y agresión. Estudios posteriores se inclinan por considerar la relación entre el clima y la violencia.
4.- El dolor: El dolor provoca emociones negativas asociadas a la agresión como irritabilidad y cólera, estas emociones son mayores cuando se anticipa a la persona que va a ser sometida a una experiencia dolorosa.
YACKIELINE RODRÍGUEZ
Cómo prevenir conductas violentas en jóvenes Las conductas violentas en los jóvenes, han ido creciendo considerablemente en los últimos años produciendo graves problemas, difíciles de afrontar para el sistema educativo y la sociedad en general.
Por ello, conviene encontrar alternativas para modificar, extinguir o prevenir dichas conductas contando con la participación de agentes socializadores de primordial importancia para el desarrollo biopsicosocial del joven como son: la familia, la sociedad y la escuela. Baja tolerancia a la frustración Cuando un sujeto experimenta ciertas situaciones frustrantes, se manifiesta el enojo, la tristeza, la ansiedad, la depresión y hasta la ira.
Por lo tanto, la violencia asociada a la conducta del individuo, se define como “conducta violenta”. Por ello, observamos en las instituciones educativas con más frecuencia las conductas violentas por parte de jóvenes adolescentes, cuando intimidan o maltratan a un compañero, muchas veces con la creencia de que los problemas se solucionan a través de la agresión física, verbal o psicológica. Las causas del comportamiento violento en jóvenes pueden ser por diversos factores: a) Entorno familiar violento. b) La ausencia de normas o de límites. c) El consumo de alcohol y drogas. d) Problemas psicológicos, cuando no se ha podido conseguir un objetivo, por cobardía, frustraciones, complejos o por un sentimiento de inferioridad.
