Nueva Constitución siria, en suspenso y sin acuerdo

Beirut/Damasco.- Un mes después de que terminaran las deliberaciones del Comité Constitucional para Siria sin que las partes se sentaran en la misma sala con el fin de redactar una nueva Carta Magna, las conversaciones en Ginebra auspiciadas por la ONU siguen en suspenso y sin acuerdo para retomarlas.

Geir Pedersen, el enviado de Naciones Unidas para Siria, dijo el pasado 20 de diciembre que "tal y como estaban las cosas y sin una agenda pactada" no veía motivo para fijar otra fecha para la que sería la tercera ronda de negociaciones para redactar la Constitución que pondría fin a la guerra que entrará en 2020 en su noveno año.

Después de iniciar a finales de octubre la primera ronda de consultas en Ginebra, en la que se acordó presentar los temas que se tratarían posteriormente y hubo discursos de los 150 miembros del Comité (50 del Gobierno, 50 de la oposición y otros 50 de la sociedad civil), en la segunda ronda se estancaron por completo las negociaciones.

El 21 de noviembre, la Comisión de Negociaciones Siria, el principal representante de la oposición, propuso una agenda que se centraría, entre otras cosas, en el preámbulo de la nueva Constitución; mientras que cuatro días después, el Gobierno sirio propuso otra para discutir los llamados pilares nacionales.

Mais al Kridi, una de las representantes de la sociedad civil siria en el Comité Constitucional, aseguró a la agencia EFE que la reanudación de las deliberaciones "no ocurrirán hasta que se acepte una de las dos propuestas de la delegación del Gobierno sirio".

Una de esas propuestas presentadas por los negociadores del presidente Bachar al Asad pide "aceptar una agenda de trabajo" en el que se discutan los llamados "pilares nacionales", entre ellos el "rechazo al terrorismo".

Ese punto plantea un complejo debate sobre la definición de este concepto, ya que algunos grupos opositores son considerados "terroristas" por Damasco, que también quiere abordar la "presencia de partes extranjeras y los embargos" sobre Siria.

"Como prueba de las buenas intenciones por parte de la delegación del Gobierno, se propuso la inclusión de la agenda así como de los pilares nacionales, pero la otra delegación lo rechazó, negó entrar en esta cuestión y ni siquiera debatirla", indicó Al Kridi en Damasco.

Al Kridi es una de los 45 miembros elegidos de entre los 150 del Comité que se encargarán de redactar la Constitución.

Por su parte, Ibrahim al Jibawi, miembro de la oposición, afirmó a la agencia EFE desde Riad que la delegación del Gobierno "contravino las reglas y el trabajo del Comité, desviándose de su misión" al presentar el mismo día de la reunión unas "propuestas que deberían ser aprobadas por al oposición como condición para su participación en las reuniones".

"Por ahora, la delegación de la oposición está lista para asistir a las próximas reuniones si tiene una agenda que esté en línea con las reglas de procedimiento y el contexto del mandato del Comité, y su misión de formular una nueva Constitución para el futuro de Siria", aseguró Al Jibawi.

Añadió que la delegación opositora está dispuesta a trabajar "día y noche para completar la misión lo antes posible", siempre y cuando se dé "un ambiente adecuado".

No obstante, Al Kridi aseveró que "parece haber intención por parte de la delegación opositora de entorpecer las sesiones al rechazar ambas soluciones entorpeciendo el trabajo del Comité".

PRESENCIA RUSA Y TURCA

Mais al Kridi, una de las representantes de la sociedad civil siria en el Comité Constitucional acusó a "partes regionales como Turquía (valedora de la oposición) y otras occidentales" de ser los responsables de la parálisis del Comité, remachando que "no hay un avance en este momento".

Al Jibawi, por su parte, señaló a Rusia de ser la que "ha presionado internacionalmente" al Gobierno sirio para acordar el Comité Constitucional, algo que se retrasó años.

"Tal y como estamos habituados con los intentos anteriores de acercarnos" al Gobierno sirio, este "siempre busca jugar con el factor tiempo, esperando alcanzar una solución militar con el apoyo de sus aliados, los rusos e iraníes, a pesar de que sabe que el mundo no permitirá eso", espetó el opositor.

El Ejército leal a Al Asad desarrolla actualmente una ofensiva en Idlib, en el noroeste de Siria y último bastión insurgente, que el presidente desea recuperar para controlar el país, que fue perdiendo paulatinamente desde el inicio de la guerra, en 2011. Además, el Gobierno sirio "no tiene nada en su control, está guiado por la decisión rusa, y en algunos asuntos, por la decisión iraní", zanjó el opositor.

De cara a 2020 se espera un progreso en la redacción de la Carta Magna, aunque se prevé que las consultas duren meses mientras prosigue la campaña del Ejército para recuperar todo el territorio, e incluso podrían prolongarse hasta 2021, cuando deberían celebrarse elecciones presidenciales en Siria.

(EFE)