Economía de palabras
Lo bueno de este año nuevo es que en Bolivia ya no hay la dictadura, como la que estuvo durando desde 2006. Eso lo justificaría todo. Alegría, alegría.
Ahora quedan algunas tareas por cumplir, comenzando por realizar las elecciones que serán las primeras desde 2005 en que el partido del cocalero Morales no tendrá esperanzas de ganarlas. Ninguna esperanza.
Y no es que lo haya decidido un gobierno autoritario, sino la voluntad de los bolivianos, que han decidido no confiar más en caudillos amorales e ignorantes.
Todo eso es un asunto resuelto. En la revolución de octubre-noviembre los bolivianos descartaron a los caudillos, para siempre.
Resuelto ese problema, lo que queda es encarar el tema de la economía, lo que tendría que provocar un dolor de cabeza a cualquiera.
Un déficit fiscal de 9% del PIB, el más alto de América latina, una deuda pública que equivale a 64% del PIB, empresas estatales quebradas, la urgencia de reducir el gasto público, la producción de gas natural en su peor momento desde 2005, la minería moribunda…
Si vas a tratar de sobrevivir, será mejor que no hagas ruidos, salvo para culpar al desgobierno anterior de todo lo mal que se avecina. No le perdones nada. Muestra al país cada uno de los crímenes, o errores, que llevaron a esta crisis.
Algo está haciendo el gobierno de transición de Jeanine Áñez en el sentido correcto de las cosas. Resulta que los bolivianos no fuimos responsables del manejo irresponsable de la economía, sino unos pocos vivos, corruptos y caraduras, que están ahora ocultos o tratando de pasar inadvertidos.
Que el gas natural se acabó es algo de lo que el cocalero prófugo es el responsable principal. Ordenó que se extrajera todo el gas de los campos descubiertos en anteriores gobiernos y dispuso que no se invirtiera un centavo en descubrir otros campos.
¿Que se ha despilfarrado todo el dinero ingresado durante el boom de las materias primas? Hay que buscar la respuesta en las cuentas bancarias abiertas por estos ladrones en bancos extranjeros, incluido el banco del Vaticano.
Si tiene que haber un juicio de responsabilidades, ahora se justifica más que nunca. Todos deberán ir presos.
Por el momento la tarea parece difícil por la “solidaridad” que los ladrones bolivianos reciben de sus aliados extranjeros, ya sean españoles, mexicanos, venezolanos, argentinos o lo que sean.
La fortaleza de Bolivia no son sus instituciones, sino su pueblo que ha asumido todas las responsabilidades. La democracia no descansa en Bolivia en sus instituciones o en sus cuerpos armados, descansa en la ciudadanía movilizada, como se acaba de ver en la residencia de la embajadora mexicana. Podía no haber estado la policía: estaba la gente, el pueblo. Y eso no ha de pasar.
En Bolivia ha nacido el poder ciudadano. Es una revolución que sorprende en todo el mundo. Una nueva forma de ver la democracia. Made in Bolivia.
Siglo21bolivia.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |