Periodo de transición y reflexión

Después de un periodo oscuro de casi 14 años, dominado por la corrupción y la ilegalidad, con la victoria de los jóvenes, aquellos que parecían alejados de la política, viviendo sus vidas rutinarias, pero que ganaron la batalla de “las pititas” de una manera no violenta, lograron la huida del tirano que se sentía y se siente el “insustituible” como gobernante del país, y por lo cual mediante la increíble actitud de dos gobiernos, primero el mexicano, y ahora el argentino, le permiten seguir agitando al país.

Desde México, con el micrófono en la mano, logró incitar a sus seguidores para someter a las ciudades a un cerco que buscaba la muerte por falta de alimentos, provocando daños materiales e intentando incendiar y hacer volar el reservorio de Senkata en el Alto, el cual hubiera provocado miles de muertos, muchos de los cuales hubieran sido de clase humilde, a la cual se suponía que defendían. Ya habían provocado daño al gasoducto que transporta gas a la ciudad de Cochabamba, el cual felizmente ya ha sido reparado.

Al presente, con la permisividad del actual gobierno argentino, sigue usando el micrófono convocando a sus seguidores para darles instrucciones en relación con las próximas elecciones e inaugurando un mercado en Yacuiba, autoproclamándose presidente en ejercicio. Actitudes todas que muestran a un individuo desquiciado.

En esta etapa intermedia tenemos a una beniana valiente como presidenta interina, cuya misión principal es convocar a elecciones nacionales para, como corresponde a una democracia, elegir a un gobierno por el voto de una mayoría ciudadana, con la inteligencia para encarar el reordenamiento institucional del país con miras al 2025, año en el que celebraremos los dos siglos de existencia de nuestro querido país.

Como ciudadano preocupado por el futuro de nuestra querida Bolivia, en la cual vivirán nuestros hijos y nuestros nietos, me he puesto a pensar en cuáles son los temas más importantes en esta etapa de transición.

El primero debería ser recuperar la República, dar por concluido este disparate del “Estado plurinacional”, tal como escribí en mi nota para este periódico en enero del 2007, pues esta es una ficción y desubicación histórica. ¿Qué hay de las 36 naciones que conforman el Estado Plurinacional? Solo dos tienen más de un millón de habitantes, las restantes tienen menos de 100.000 habitantes y 7 se encuentran en el camino de la extinción.

El segundo, recuperar la democracia, todos somos iguales ante la Ley, lo cual fue el gran logro de la revolución de abril de 1952, que declaró el voto universal, eliminando el voto calificado que existía hasta entonces.

Corregir la política económica, para ello hacer una auditoría a todas las empresas públicas para acabar con los elefantes blancos: el proyecto urea, ubicado en el Chapare, lo que genera dos problemas: su materia prima proviene de Tarija y sus mercados principales: Santa Cruz y Brasil. Los proyectos Papelbol y Carton bol, ubicados en Chapare, lo que antes hacía la empresa La Papelera, ubicada en La Paz.

Revisar a fondo la situación del Ingenio azucarero de San Buenaventura, el cual debería estar ubicado en la pampa boliviana -Rurrenabaque-.

Acabar con la fase de “canchitas” de pasto sintético contrario a los principios de la Pachamama.

Revisar los gigantescos proyectos en minería, sobredimensionados con ingenios que no obtienen la cantidad de minerales para las plantas instaladas, todas sobredimensionadas.

Otros que podrían ser señalados por los especialistas en sus respectivos campos.

En resumen, es una tarea gigantesca, pero impostergable.

Para concluir, MIL FELICIDADES a todos los lectores de este medio que ha superado el centenario de existencia.