La segunda etapa del raid más duro y peligroso del mundo tuvo de todo, desde el accidente de Sanz hasta el retraso del ex campeón del mundo de la Fórmula Uno.
Las sorpresas no dejan de sucederse en el Dakar 2020, que en su segunda etapa vio al botsuano Ross Branch hacer el mejor tiempo del día en motos y al argentino Orlando Terranova ponerse líder en coches, mientras Fernando Alonso comprobó la crudeza del rally al romper una rueda en una zanja.
Tras firmar un meritorio debut en el Dakar con el undécimo puesto de la jornada inaugural, a Alonso (Toyota) le tocó seguidamente saborear la parte amarga del rally, aquella en la que los factores externos juegan malas pasadas por muy precavido que vayas.
El campeón de Fórmula 1 arrancó su rueda delantera izquierda al pasar por una zanja en una zona donde el polvo tapaba toda visión, según describió al llegar al campamento, en un momento donde precisamente Alonso rodaba a muy buen ritmo, casi parejo con los pilotos de los grandes equipos.
En el momento del accidente marchaba detrás del holandés Erik Van Loon, en una parte donde se levantaban grandes nubes de polvo cada vez que pasaba un automóvil.
DOS HORAS Y MEDIA PARA RECONSTRUIR RUEDA
Hasta dos horas y media perdieron Alonso y su copiloto Marc Coma para reparar la estructura de la rueda rota. Lo hicieron ellos mismos para acortar tiempo y no tener que esperar hasta el camión de asistencia.
A pesar del esfuerzo de ambos, en un episodio muy parecido al sufrido en el Rally de Marruecos en octubre, el Toyota Hilux de Alonso quedó descolgado de la cabeza de la clasificación, con opciones muy remotas de llegar al podio, pero el ovetense no se rinde y quiere completar todo el rally.
“Se trata de una experiencia más. Hay que vivir el Dakar con todos los extras, y esto es una parte más de la carrera. En general las sensaciones de hoy son buenas. Estoy contento de seguir aquí porque el objetivo es acabar el Dakar y vivir toda la experiencia de principio a fin”, comentó Alonso.
La etapa se la llevó en coches el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), que fue el que menos percances sufrió en una jornada marcada por el gran polvo y los numerosos pinchazos que también se dieron el día anterior.
ERRORES COMUNES EN NAVEGACIÓN
“En los años anteriores era raro que ninguno los diez primeros coches se perdiese”, indicó ‘Orly’, quien espera poder mantener el ritmo en los próximos días para mantenerse en la parte de arriba.
En ello coincidió Sainz: “está pasando lo que pasaba antes, y que últimamente no pasaba”, dijo sobre los fallos de navegación en los pilotos de los grandes equipos, igual que se refería Terranova.
“La nota positiva es que seguimos en la lucha. Llevamos sólo dos días y ha pasado muchas cosas, y tiene pinta de que van a seguir pasando más cosas. Lo importante es que sigamos ahí”, agregó Sainz.
CAÍDA DE LAIA SANZ
El enorme polvo que había en algunos puntos de la etapa también pasó factura en motos a los españoles Joan Barreda y Laia Sanz, quienes padecieron caídas.
La peor parte se la llevó la catalana, que salió catapultada al impactar con una pierna y se le rompieron los instrumentos de navegación de la moto, lo que dificultó su llegada a la meta del día.
La jornada dejó la clasificación más apretada en la general. El británico Sam Sunderland (KTM) se puso líder, pero con un margen mínimo sobre el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna) y el argentino Kevin Benavides (Honda).
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