Joven de barrio chino pinta para famosos

El artista empezó pintando en paredes, a veces con pinturas que le regalaban las prostitutas. “Nos pasábamos las tardes dibujando y podíamos ver los libros y los tebeos”, cuenta Jesús Arrúe, el pintor que se crió en el barrio chino de Valencia.

El pintor Jesús Arrúe, cuya trayectoria empieza dibujando y pintando en paredes enfrentado a múltiples oficios y aprietos de una economía limitada, es ahora pintor de cuadros para famosos como Alejandro Sanz, Miguel Bosé o Álex González tras el éxito de un retrato de David Bowie que publicó en redes sociales.

Su vida cambió cuando colgó en las redes sociales su retrato del cantante británico, como un homenaje a su ídolo adolescente. Tuvo tanta repercusión el cuadro inspirado en una emblemática portada de un disco que empezaron a lloverle encargos. Un conocido ejecutivo le compró varios, le llegó un pedido de EEUU. Los vendía por unos 2.000 euros. “Aunque no tenía regularidad, vi la posibilidad de lanzarme al vacío”, cuenta.

No ha dejado de pintar desde entonces, pero hasta que murió David Bowie no se ha podido dedicar exclusivamente a ello. Su hermano Pedro, por el contrario, se consolidó hace tiempo como uno de los pintores y escultores más respetados en España en el arte de temática religiosa. También demostraron talento otros dos hermanos, pero optaron por un camino más seguro y ahora ejercen de inspectores de policía. 

En su estudio del barrio del Carmen, se agolpan sus obras, en su mayoría retratos de famosos inspirados en fotografías, aunque también hay encargos de personas anónimas.

“Cuando Álex González subió su retrato a su Instagram fue un subidón y lo noté”, señala Jesús, en alusión al actor con más de un millón de seguidores. Alejandro Sanz, Miguel Bosé o Antonia San Juan cuentan ya con retratos de este chico del barrio chino cuya vida dio otro giro inesperado el pasado verano. Se le apareció Madonna, a la que adora también desde la adolescencia.