Fraude, violencia y corrupción son las armas y los aliados del populismo del Siglo XXI que, a su turno, representaron dictadores tan funestos como Chávez y Maduro en Venezuela, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia. Los Kirchner-Fernández en Argentina no quedaron muy a la zaga de los anteriores. Ese drama continúa tanto en Venezuela como en Nicaragua, pero los últimos timos de Nicolás Maduro para hacerse de la Asamblea Nacional copan las redes y la prensa internacional.
El dictador con su habitual impostura acaba de perpetrar un golpe de estado contra la Asamblea sin alcanzar sus objetivos gracias a la valiente reacción de más de 100 parlamentarios opositores que recobraron su hegemonía en el Poder Legislativo y reeligieron a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea, en instalaciones del diario El Nacional. Le respaldó el quórum reglamentario y el voto de más de 100 parlamentarios. Para ello tuvieron que vencer fuertes vallas de la policía y de los “colectivos”, grupos de choque chavistas.
Maduro había pretendido imponer como presidente de la corporación a Luis Parra, diputado del partido Primero Justicia, del cual fue expulsado por corrupto, pero continuó ejerciendo. Parra y sus parciales no lograron la mayoría necesaria, pese a las maniobras y ensayos de corrupción para doblegar a los diputados opositores. No obstante, quedó legalmente ratificado Guaidó en su doble condición de presidente de la Asamblea y de la República. Este delicado desempeño realiza desde enero de 2019 y le queda por delante la dura tarea de enfrentar a un rival del cargo y a la franca violencia desatada por la dictadura para bloquear todas las acciones del presidente legítimo. El ratificado subrayó “no es el Parlamento lo que está en juego, es el país, es la República”.
La crucial jornada incluyó la agresión a periodistas nacionales y extranjeros y diplomáticos por la desesperada intervención represiva. El rotativo El Nacional sufrió un apagón y el acto ratificatorio fue iluminado por celulares. Los desvergonzados atentados materiales del momento estuvieron precedidos por una Asamblea Constituyente que suplanta y disputa poderes a la Asamblea Nacional. Los tribunales declararon a ésta en desacato y cuentan también innumerables apresamientos de diputados opositores, como los actuales de Juan Requesens y Gilber Caro, la persecución y el destierro de otros.
La OEA, el Grupo de Lima (14 países de América), la Unión Europea (28 países) y otros gobiernos rechazan las maniobras del gobierno usurpador y respaldan a Guaidó, quien tiene el reconocimiento de más de 50 países. La presidenta transitoria Jeanine Áñez, apoyando al líder opositor, se suma a los pedidos de recuperación democrática de Venezuela.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |