Personas jóvenes están afectadas
> El sedentarismo y la comida chatarra están causando daños irreversibles a la población, entre los enfermos están menores de edad
El consumo de carbohidratos, sedentarismo y la ausencia de consumo de verduras y agua, son los factores que generan obesidad, además de otras enfermedades oportunistas.
La Unidad de Enfermedades no Transmisibles del Servicio Regional de Salud (Seres) dio a conocer a EL DIARIO que sobrepeso corporal y obesidad registra un aumento desde una población mayor de 20 años, con un 107% en obesidad y sobrepeso en un 120%.
“El sobrepeso incluso se ha presentado en la población menor de cinco años, con 179 casos el 2016, 147 el 2017 y 210 en la pasada gestión. Estos aspectos responden al cambio de alimentación como consecuencia de la falta de tiempo para que se prepare en familia una mejor alimentación saludable, logrando adquirir con mayor frecuencia comida rápida o más conocida como “chatarra”, que presenta un alto grado en carbohidratos (comunes son el almidón, la amilosa, el glucógeno, la celulosa y la quitina)”, detalló.
Otro de los factores que incide en el aumento de estas dos problemáticas en salud, es la ausencia de ejercicio por parte de los niños, adolescentes y personas mayores, que de acuerdo con Luna son resultados del uso de nuevas tecnologías (celulares, tablets, juegos en red) que inmovilizan a las personas, sedentarismo que impide la quema de grasas en el cuerpo y el aumento de peso. “Esta reducción de actividad física que antes se realizaba jugando en el patio o calle, ahora se ocupa frente a una pantalla, permite que se genere sobrepeso y obesidad”, añadió.
El 2016, en cada 100 mil habitantes existían 246 personas que registran sobrepeso, “si esto se lleva en números absolutos, se puede inferir que en ese año se tenía 227 personas de 10 a 14 años con sobrepeso, mientras que las personas de 20 a 39 años 4.366 fueron registradas con sobrepeso el 2016 y el 2018 este número incrementa a 5.244 personas. Este aspecto traducido en 100 mil habitantes se establece que de esta cantidad 1.858 personas de 20 a 39 años ya tenían sobrepeso”, infirió.
En las problemáticas de obesidad (estado patológico que se caracteriza por un exceso o una acumulación excesiva y general de grasa en el cuerpo), “en este caso el grupo etario más afectado es de 20 a 39 años, donde las personas afectadas se incrementaron porque habían, 3.675 personas afectadas y para el 2018 con 3.918 casos. En incidencia se puede establecer que el 2018 de 100 mil habitantes 1.388 ya tenían obesidad y el mayor riesgo de esta enfermedad crónica, es de tener diabetes, poliglobulía, entre otras enfermedades silenciosas, pero el de mayor riesgo es la diabetes, la misma que genera daños en los riñones”, añadió.
Otra de las poblaciones afectadas con el problema de la obesidad se encuentran en los mayores de 60 años, quienes también registran un aumento desde la gestión 2016, cuando se atiende a 2.004 personas afectadas, el 2017 con 2.580 y para el 2018 las personas que registran obesidad en mayores de 60 años llegaron a 2.605 en ambos sexos. Mientras que el sobrepeso en personas mayores de 60 años fue en aumento, de 1.519 casos el 2016 a 3.243 personas afectadas para el 2018.
Para los especialistas, las personas mayores de 40 años a más, no solo están obligadas a modificar sus hábitos alimenticios, reduciendo las grasas, carbohidratos por un aumento de verduras y frutas, sino, ante todo, el constante ejercicio o movilidad del cuerpo humano, “eso significa que las personas que están comprendidas en estas edades, deben por lo menos caminar 20 a 30 minutos de forma diaria o por lo menos tres veces a la semana, aspecto que permitirá que el cuerpo pueda quemar el exceso de grasas que se ingiere con comidas con un alto contenido de grasas, como frituras, pollos broaster, espiedo, entre otros, los cuales por la deficiencia en la que nuestro cuerpo llega a quemar dichas grasas, cuando más años se tiene, permite ocasionar un alto riesgo en contraer la enfermedad de la diabetes”.
DAÑO RENAL CUANDO LA DIABETES NO SE ATIENDE
Rigurosidad o disciplina en el tratamiento de la diabetes es una de las mayores recomendaciones que realiza la Unidad de Enfermedades no Transmisibles, con la finalidad de evitar que las personas lleguen a dañar sus riñones y depender de una máquina de hemodiálisis de por vida.
“Si no tomo con regularidad mi medicación y solo tomo cuando me siento mal, con el tiempo presentaré daño renal y los pacientes que presentan este daño, necesariamente su riñón no se recupera y que necesitan es depender de una máquina de hemodiálisis o un trasplante renal. Existen jóvenes que están en máquinas de hemodiálisis, pero la diabetes no es la única enfermedad que genera riesgo en los riñones, existen otras enfermedades o consumo de ingesta de bebidas alcohólicas que provoca el daño renal”, aseveró la Unidad de Enfermedades no Transmisibles del Servicio Regional de Salud (Seres).
En la actualidad, la cantidad de pacientes que presentan daño renal llegan a ser reportados por estadios, “porque el riñón no se daña de golpe, sino es un proceso. En el estadio (3) ya nos debe llamar la atención, nos alerta que nuestro riñón no funciona bien y este en el 2016 se atendió 28 pacientes, el 2017 con 40 casos y para el 2018 se llegó atender 107 personas. En el estadio (4) son pacientes que necesitan un seguimiento y control permanente y el 2016 se llegó a registrar ocho personas, el 2017 con 10 y para el 2018 nuevamente ocho personas. Pero en el estadio (5), son aquellas personas que ya están en hemodiálisis y dependen de esta máquina para vivir, y si verificamos existe una cantidad mayor de personas en esta etapa que es el 2016 con 39 pacientes, el 2017 con 45 personas y para la pasada gestión se llegó a 245 casos, es una mayor cantidad que depende de la máquina y deben requerir un trasplante de riñón”.
El radical aumento de personas que dependen de la máquina de hemodiálisis del 2016 a la pasada gestión que representa un aumento del 628%, “lo que significa que estamos haciendo algo muy mal y es que no consumimos agua, solo agua, no refrescos, no jugos azucarados, sino solamente agua y en esta temporada de frio, si bien es difícil ingerir agua en temporada fría, podemos tomar agua tibia, que es más aceptable al organismos y evitamos quedar afectados con enfermedades respiratorias o inflamación de la garganta, pero el consumo de agua, debe ser incluida en nuestra rutina desde niños hasta adultos mayores de forma periódica si queremos cuidar nuestros riñones y no depender de una máquina que al mes representa realizar un gasto económico mayor en salud”.
Se recomienda que las personas deben consumir por lo menos dos litros de agua en todo el día y reducir la cantidad de azúcar y sal a una cantidad menor, con la finalidad de no llegar a afectar los riñones, los cuales nos permite tener una calidad de vida adecuada.
MEDICACIÓN DE POR VIDA
PARA CONTROLAR PROBLEMA
La diabetes se presenta con mayor incidencia desde los 20 a más de 60 años, quienes deben consumir medicamentos de por vida.
Esta enfermedad, tanto de tipo 1 o 2, pueden ser hereditarias, las cuales tiene mayor posibilidad en presentarse en personas que presentan cuadros de obesidad o sobrepeso.
“Si las personas tuvieran un control del peso, la alimentación adecuada y la reducción de alimentos con muy alto grado de azúcar como son las gaseosas, posibilidad a que las personas no contraigan la enfermedad a pesar de tener de forma hereditaria la genética de dicha enfermedad. Por lo tanto, son los factores nuevamente del tipo de alimentación que tenemos para que la diabetes pueda presentarse y no solo en personas mayores o adultos mayores, sino existen casos que se están presentando en niños desde los 13 años, 15 y sobre todo los mayores de 20 años, como resultado nuevamente de la inamovilidad en la que se encuentra esta generación de personas que vive obstinada de las nuevas tecnologías”, indicaron expertos.
Se entiende a la diabetes como una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y en la orina; es debido a una disminución de la secreción de la hormona insulina o a una deficiencia de su acción.
En los cuadros epidemiológicos que llegan a ser observados por la unidad, se registra que la diabetes tipo (2), registra un aumento desde los 20 años, hasta más de los 60 años, los cuales para el 2016 se atendieron una cantidad de 3.568 personas, el 2017 se reportó 5.763 casos y para la pasada gestión del 2018 con 5.061 casos, “si bien se registra una reducción en la pasada gestión la misma es ínfima, mientras que haciendo una comparación del 2016 a la pasada gestión se observa un aumento del 142% de personas que reportaron diabetes tipo dos. Eso nos llama la atención porque como vemos que la diabetes se está presentando en personas desde los 20 años, mientras que antes estas enfermedades solo se registraban con personas mayores de 50 a 60 años”.
Se hace hincapié en que las edades que reportan diabetes reduce, en los afectados, como resultado de los cambios de hábitos alimenticios que se presentan sobre todo en poblaciones urbanas, donde la ingesta de azúcar en gaseosas, carbohidratos (papa, arroz, chuño, fideo), frituras y la ausencia del consumo de solo agua, permite cada vez que las personas que deban vivir medicados se aumente y con ello se llega a incrementar los costos de gastos, no solo en la salud pública, sino ante todo en la economía de la familia que debe hacer una inversión para vivir medicado.
“La gente no realiza actividad física, no solo por la inseguridad ciudadana, sino por ante todo por el uso de las nuevas tecnologías y nuestra inamovilidad constante”, reiteraron.
En el caso de las personas que registran diabetes tipo (1) si bien la cantidad de afectados son menores, no por ello representa menor riesgo en afectar sus riñones. En este caso se han presentado desde los 15 años hasta más de los 60 años de edad, estableciendo que para el 2016 se atendieron 45 casos, el 2017 con 78 personas afectadas y para el 2018 llega a 108 casos atendidos en los centros de salud de la urbe, lo que representa un alto aumento de 240%.
“Existe un porcentaje de la población que aún no sabe que tiene diabetes, pese a los grados de obesidad o sobre peso que enfrenta, porque como la diabetes no tiene una sintomatología que advierte la enfermedad, en mucho de los casos las personas no llegan a realizar salud preventiva, aspecto que solo llega a ser notificados con la enfermedad cuando la misma está ya en grado (1) o (2) y debe recibir la medicación correspondiente, no para revertir la enfermedad, porque esta no es reversible, sino para poder realizar un tratamiento tanto en medicamentos, como en cambio de hábitos alimenticios, que le permitan no solo prolongar su vida, sino ante todo evitar daño en los riñones”.
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