Cepal señala que desigualdad y pobreza acechan a la región

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que la región muestra cinco señales de alerta, como el bajo crecimiento, desaceleración generalizada, menor comercio, consumo e inversión disminuyen y hay una lenta reducción de la desigualdad.

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, mencionó que la región ha subestimado la desigualdad, y por ello se necesita una nueva generación de políticas y una nueva ecuación entre Estado, mercado y sociedad, que permita avanzar en la construcción de nuevos consensos.

Bárcena expuso ayer sobre pobreza y desigualdad en América Latina y el Caribe ante Embajadores y Cónsules de México. Reiteró que la cultura del privilegio naturaliza las desigualdades, las jerarquías sociales y las enormes asimetrías de acceso a los frutos del progreso.

Señaló que aumentó la pobreza en ALC, especialmente la extrema, y se espera una agudización de esta tendencia en 2019 en un contexto económico, social y político complejo, durante reunión de Embajadores de México.

Las causas de la situación migratoria en América Latina y el Caribe obedecen a una falta de empleo y de oportunidades económicas, así como por ingresos bajos, en su lugar de origen.

“Sobre todo la violencia e inseguridad en sus lugares de origen", también son una causal de la migración, dijo Bárcena a tiempo de indicar que el crecimiento de los últimos años no es suficiente.

Lamentó que la desigualdad vaya en aumento, y mencionó que 10 % de la población gana 70 veces más que los de menores ingresos. "Hay una lenta reducción de la desigualdad. Cuando se capta mejor el 1 % más rico, la desigualdad se agudiza. Necesitamos crecer con una fuerte redistribución del ingreso. Reducir la desigualdad es clave para disminuir la pobreza", agregó.

CRECIMIENTO

El órgano internacional señala que por sexto año la región presenta bajo crecimiento, y esta situación se mantendría en 2020, y que eL Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se ha contraído 4 % entre 2014 y 2019.

Afirma que la desaceleración se generaliza en más países y más sectores, también se registra un menor volumen en comercio y términos de intercambio menos favorables.

Otro de los indicadores que alerta sobre la situación de la región, es que la demanda agregada interna se debilita: consumo e inversión desaceleran o se contraen; baja contribución del gasto público al crecimiento y se reduce el crédito interno.

“La desigualdad es ineficiente y atenta contra el crecimiento. Ésta en el corazón del descontento social por deterioro del empleo, insuficiente ingreso, provisión de bienes públicos y baja protección social”, señala la entidad internacional.