Ingresos se reducen por la menor venta de gas

La falta de previsión del anterior gobierno, del MAS, sobre las posibilidades del país para producir, ha determinado muchas veces que el país se vea rebasado en sus expectativas y, muchas más cuando no se ha tomado en cuenta probabilidades de que los precios de lo que exportamos bajen y, finalmente, que nuestra producción también descienda.

Para el gobierno masista esto no debería ocurrir porque es, simplemente, “consecuencia de las malas políticas imperialistas del capitalismo” que determinan las variantes de precios de lo que los países pobres exportan. Hasta finales del año 2005, los precios de petróleo, gas, minerales y materias primas no tenían visos de alcanzar altas cotizaciones. Las previsiones no sirvieron y de golpe ocurrió que, desde el año 2006, esos precios mostraron elevaciones cuantiosas que han hecho ricos a países pobres productores de petróleo, gas, minerales y materias primas. Los precios del gas que exportamos al Brasil y Argentina, debido a contratos que tenían como referente o indexación al del petróleo, por la elevación de cotizaciones en el mercado internacional los montos subieron a niveles espectaculares, que han dado lugar a ingentes ingresos de divisas a nuestro país, como a los demás productores y exportadores de hidrocarburos, minerales y materias primas del continente.

Lo grave de esa situación es que no se supo aprovechar esa bonanza y se gastó con desenfreno los ingresos económicos y se descuidó la exploración en minería e hidrocarburos para aumentar la producción de gas; es decir con nuevos pozos para explotar petróleo y gas; producir, cuantitativa y cualitativamente más materias primas no solamente para cubrir las demandas del mercado interno sino para lograr excedentes para exportación.

El gobierno se contentó con el dinero recibido, sin preocuparse por incrementarlo y desarrollar el país en esos rubros tan importantes de la economía y atender necesidades sociales como la salud, educación, etc. Luego, desde el año 2014, cuando empezó la declinación de precios y, lo más grave, la baja en la producción de gas, se determinó que exportemos menos a Brasil y Argentina y, las cantidades señaladas en contratos debimos pagarlas por compensación de lo no cumplido y, junto a ello, hubo multas del 15% por los perjuicios irrogados a esos países. Este manejo irracional e irresponsable del gobierno ha dado lugar a que no haya dinero para atender obligaciones, porque a menor precio y menos producción, el resultado siempre será negativo.

Ahora, el actual Gobierno tendrá que estudiar muy seriamente el caso e implantar las medidas correctivas más racionales, en conjunción con el sector privado y con las compañías petroleras que trabajan en el país y que estarían obligadas a invertir en la prospección, exploración y explotación de hidrocarburos. De otro modo, más temprano que tarde, tendremos que importar gas y contentarnos con el poco mineral que vendemos; ni qué decir de cuál será nuestra situación por los menores precios y la poca producción de materias primas.