> Las Enfermedades de Transmisión Sexual son infecciones provocadas, fundamentalmente, por virus, como el papiloma, herpes o VIH, bacterias, como la gonorrea, clamidia o sífilis, y otros microorganismos
Puede parecer una contradicción, pero vivir en plena era digital y con acceso a una cantidad de información masiva no garantiza tomar las mejores decisiones. Esto queda en evidencia al considerar las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), que han experimentado un crecimiento alarmante, hasta el punto de casi cuadruplicar el número de casos en la última década.
De acuerdo a la revista de salud Consumer Eroski en los últimos 10 años la gonococia gonorrea ha triplicado (de 3.044 nuevos casos a 8.722), mientras que la clamidiasis ha crecido más de un 800% (de 1.022 casos a 9.865) y la sífilis ha pasado de 763 casos en 1997 a 4.941 en 2017 en el mundo. Junto a ellas, encontramos otras como el virus del papiloma humano (VPH) o el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
La razón para que en pleno siglo XXI aumenten las infecciones, se debe fundamentalmente a la relajación en el uso del preservativo, sobre todo en las personas jóvenes, señala el doctor Marco Romero, investigador y especialista en enfermedades de transmisión sexual y Sida.
Señaló que la mitad de los casos diagnosticados cada año se encuentran entre los 15 y los 24 años y según el Barómetro Control 2019 “Los jóvenes y el sexo”, solo un 71 % de los encuestados utiliza siempre preservativo.
BOLIVIA
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, desde 1984 hasta junio de 2019, el mayor porcentaje de casos de VIH-Sida en Bolivia, se registra en el departamento de Santa Cruz, llegando al 47,2%, de cerca de 25 casos reportados en el país. En segundo lugar le sigue La Paz con 20,8%, Cochabamba con 18,8%; el 86,8% está concentrado en el eje central.
Es necesario recordar que el virus viene a afectar al sistema inmunológico de las personas que tienen este mal, entonces cualquier enfermedad que afecte al paciente puede llevar incluso al fallecimiento del mismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de un millón de personas contraen una ETS, 376 millones, anualmente, se infecta de clamidiosis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis, 500 millones son portadoras del virus del herpes simple (VHS); solo en 2018 más de 988.000 mujeres embarazadas contrajeron la sífilis (con 200.000 muertes fetales) y más de 290 millones de mujeres están infectadas por el papiloma virus (VPH).
Cada año, alrededor del 50% de las infecciones patógenas contagiadas en las relaciones de pareja (mujer-hombre, mujer-mujer- y hombre-hombre) se producen en personas con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años.
Un riesgo latente está en que la gran mayoría de las infecciones pasan inadvertidas, porque o bien no dan la cara o se acompañan de síntomas leves, como un flujo vaginal anómalo, dolor abdominal inespecífico, úlceras genitales o vulvares y secreción blanquecina-amarillenta u ardor uretral en los varones; circunstancias que no siempre permiten su diagnóstico y tratamiento.
Aproximadamente una de cada 25 personas, a nivel mundial, está infectada con una o más de estas enfermedades y cada vez que se usan antibióticos para tratarlas, aumentan las posibilidades de que surja una resistencia a los medicamentos.
Es una señal de alarma para que despertemos y trabajemos con miras a que todas las personas, en todas partes, puedan acceder a los servicios que necesitan para prevenir y tratar esas enfermedades debilitantes, de acuerdo con la OMS.
A su vez, esas enfermedades son una de las principales causas de infertilidad, enfermedades crónicas y complicaciones del parto. Por ejemplo, la sífilis causó 200.000 muertes fetales y muertes de recién nacidos en 2018. Sin embargo, prácticamente no se ha observado una reducción en las tasas de infecciones de ETS desde 2012.
En la actualidad, la naturaleza cambiante de las relaciones y la influencia de las nuevas tecnologías se presentan como un factor incidente. Por eso, reducir las tasas de ETS requerirá medidas para abordar el estigma, sobre el uso de anticonceptivos y las pruebas de salud sexual.(Agencias).
LA SUPERBACTERIA
El mycoplasma genitalium es una superbacteria que se contagia por transmisión sexual. Al hacerlo, desarrolla resistencia con facilidad, algo que genera suma preocupación sanitaria.
Aunque se descubrió en los 80, en estos últimos años alcanzó su pico epidemiológico. Es una enfermedad poco habitual de ver en las consultas y que, en su diagnóstico, se puede confundir con gonorrea o clamidea.
Esta infección es asintomática para la mayoría de las personas, lo que significa que es posible tenerla y no saberlo, por otro lado, puede causar síntomas urogenitales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la consideró, en 2015, un patógeno emergente de importancia creciente.
Puede producir uretritis, proctitis y faringitis tanto en hombres como en mujeres. También en mujeres puede derivar en cervicitis y en la enfermedad pélvica inflamatoria.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
En las mujeres puede alojarse en el aparato reproductor femenino, tanto en la vagina, el cuello del útero y el endometrio. En cuanto a la sintomatología, puede producir: Disuria (dificultad o dolor en la evacuación de la orina); dolor pélvico; inflamación uretral; dolor al caminar, entre otros.
Mientras en los hombres, la infección puede producir: dolor testicular; prostatitis; uretritis (inflamación de la uretra); secreción uretral; potencial infertilidad; y dolor e inflamación articular.
TRATAMIENTO
El tratamiento se basa en antibióticos, debido a su falta de pared celular, pocos son efectivos. Fuente https://tn.com.ar/.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 7.62 Bs. |
1 UFV: | 2.33424 Bs. |