Economía debe sortear obstáculos y retornar a senda del crecimiento

La semana pasada el ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Luis Parada, indicó que el crecimiento para la presente gestión será mayor de la región, pese a los conflictos sociales que atravesó el país.

Sin embargo, en su informe de perspectivas económicas de enero, el Banco Mundial estima que Bolivia cerraría con un 2,2% de crecimiento el 2019, pero para la presente gestión repuntaría y llegaría a 3%.

El economista Hugo Siles, escribió en su Faceboock, que las proyecciones de un crecimiento de 3% para 2020 se basan “aún” en el gasto público, que implica descenso de reservas internacionales netas y mayor endeudamiento interno y externo.

“Las fuentes de ingreso “aún” son débiles, puesto que el saldo en balanza comercial y corriente son deficitarios ante el deterioro de los términos de intercambio”, que en los últimos años fueron negativas.

En lo referente a la inflación de 2019, que cerró con 1,47%, señala que se ingresó a un periodo del congelamiento de precios, cuya situación resquebraja la rentabilidad y siembra incertidumbre a la inversión.

Precio del Barril

Por otra parte, a nivel internacional los precios de las materias primas, como el petróleo y los minerales, experimentan una leve alza con respecto a la gestión pasada, debido a los conflictos en medio oriente, cuya situación puede influir en los ingresos del país por la venta de gas a mercados vecinos, Brasil y Argentina, pero también implica mayor gasto en la subvención.

La semana pasada el precio del barril de petróleo escaló 5 dólares en 48 horas, y llegó a 65,4 dólares tras la muerte del General Iraní Suleimani. Sin embargo, días después volvió a su promedio de los últimos trimestres de 60 dólares, según el Facebook de Siles.

Cal y arena.

Para Bolivia la suba del precio del petróleo genera mayores ingresos por la venta de gas a Argentina y Brasil; empero, genera mayores gastos por la importación y subsidio de gasolina y diesel.

El saldo, independientemente de la variación del precio del petróleo, no es positivo para Bolivia, puesto que nuestra economía depende del precio del crudo y minerales que son determinados fuera de nuestras fronteras, sostiene.

“El sector externo, vía precios internacionales, impulsó un consumo aparente e irreal, puesto que no se fundó en ganancias de productividad, sino en mejora de los términos de intercambio”, reflexiona.

Mientras otros expertos en el tema señalan que si bien el precio del barril de petróleo tiene su peso en la tarifa del gas, sin embargo en la pasada gestión con respecto al mercado argentino, el anterior Gobierno alcanzó una adenda, en la que se fija un precio hasta 10 millones de metros cúbicos día (MMmcd), pero a partir de un aumento el precio se fijaba en base a la tarifa del LNG, y no tanto en el crudo.

Exportaciones

Mientras tanto, en la pasada gestión, el nuevo ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Wilfredo Rojo señaló que cuando se leve las exportaciones vamos a ser un país normal, ahora somos un país anormal.

En ese contexto, para hoy el Ministro Parada anunció una reunión con el sector exportador para ver las estrategias para flexibilizar las exportaciones, y así reducir el déficit comercial, que a octubre habría alcanzado alrededor de 700 millones de dólares.

En ese tema, Gary Antonio Rodríguez Álvarez, economista con Maestría en Comercio Internacional, señala, en su artículo de opinión, que la nueva tónica gubernamental apunta a dar su debido lugar a la exportación, actividad que no solo ayuda a subir la reserva de dólares en el Banco Central, sino que implica todo un proceso de inversión y producción por sobre la capacidad de absorción del mercado interno, haciendo que -más allá de los números fríos- el rostro social de la exportación sean los empleos legales y formales generados, con una retribución salarial a los trabajadores en este sector que supera a la media nacional.

La liberación de las exportaciones -que había sido anunciada inicialmente por el MEFP- fue refrendada por el titular del MDPyEP anunciando una nueva norma al efecto, convencido de que un país que exporta más, crece más, al producir más allá de lo que pueda consumir su demanda interna.