El español fue ganador de la décima etapa y aprovechó las malas decisiones de sus perseguidores Al-Attiyah y Peterhansel.
En condiciones normales, podríamos decir que Carlos Sainz casi ha sentenciado el Dakar. Plantarse a dos días del final con más de 18 minutos de distancia sobre Nasser Al-Attiyah y Stéphane Peterhansel no era un escenario plausible hace apenas 24 horas. De hecho, el madrileño (con un tiempo de 2 horas, 3 minutos y 43 segundos) obtuvo la victoria en la décima etapa y afrontará las dos etapas que restan con la mayor diferencia de la que ha gozado hasta ahora. Justo el día después de que todo el botín amasado en la primera semana se quedase en nada. De 24 segundos pasó a 18:10 sobre el vigente ganador, simplemente porque los dos de cabeza se perdieron.
Sucedió en torno al kilómetro 200, en uno de los puntos complicados de navegación del que la organización había advertido previamente. Pero, aun así, primero Peterhansel, quien concluyó la etapa en el puesto 10 (2h. 15’, 31’’) y luego Al-Attiyah que se ubicó en la casilla 17 ((2h.21’, 17’’) tomaron el camino equivocado, mientras que la brújula de Sainz fue la que tomó el rumbo correcto. Rumbo, quizá, al tercer Dakar.
Cometer o no cometer un pequeño error puede marcar la diferencia, y ese es el objetivo para los dos días que quedan: “En cualquier día, en cualquier momento todo puede cambiar, así que prudencia total. Hay que pasar sin problemas, ni en las dunas ni en la navegación”, aseguraba Sainz a MARCA. Esa es la clave, no buscarse problemas. Y no es fácil con 750 kilómetros aún por delante. De hecho, ayer estuvieron a punto de acabar mal al encontrarse una duna cortada y golpear con violencia el morro del Mini al aterrizar.
Por suerte, resistió. No hay que echar las campanas al vuelo porque hay factores que pueden complicarle la existencia, especialmente el orden de salida. Sainz abre pista como ganador de la etapa de ayer y lo hace sobre un terreno complicado, porque el arranque será muy exigente por las dunas (se espera que los primeros 80 kilómetros sean entre montañas de arena) pero, además, sus rivales saldrán muy atrás, lo que debería favorecerles sobremanera. De hecho, la pareja española da por descontado que hoy perderán tiempo... La clave será cuánto.