A poco de salir del campamento de Haradh, apenas con 1,6 kilómetro recorrido, en una duna de mediana altura, la Toyota Hilux del español Fernando Alonso ​entró a fondo. Del otro lado, el vehículo se desestabilizó y cayó de costado, protagonizando un vuelco espectacular.
La camioneta cayó sobre sus cuatro ruedas. Tanto el ex piloto de Fórmula 1 como su navegante Marc Coma, ex campeón del Dakar en motos, no sufrieron lesiones. Comprobaron el sentido del rumbo y continuaron la marcha. Pocos metros después se detuvieron a cambiar dos neumáticos y a quitar el parabrisas, que estaba íntegramente marcado por la rotura como consecuencia del vuelco.
Pero no fue el único incidente del Dakar. Comenzó la “etapa maratón”, que consiste en llegar al siguiente campamento sin el acompañamiento de los equipos y las asistencias, por lo que cada tripulación debe solucionar los posibles inconvenientes que surjan en sus vehículos.
Los dos accidentados, uno de ellos fracturado, fue el saldo de una etapa compleja para los argentinos Mauricio “Paco” Gómez y Leonardo Cola.