El Jisk’a Anata y la elección de la Tawaqu 2020

* Ramiro Plata

Dentro del mundo aymara, durante el mes de febrero de cada año se vive el noveno mes, conocido también como la época de Anata, que significa juegos y thinku. En el altiplano boliviano se cosecha los primeros frutos que da la Pacha Mama, especialmente las Llullus o papas primerizas. De ahí que desde tiempo inmemorial en este periodo de Jallupacha (tiempo de lluvia) se realiza la Anata, una conjunción de rito, mito, música, baile y convivencia con la naturaleza.

Se inicia la fiesta con la ch’alla, en la que se realizan sahumerios en los sembradíos en agradecimiento a la Mama Pacha por los productos obtenidos. Las papas primerizas son adornadas con lanas de color y flores hechas de plumas.

Con pinquillos, tarkas, mohoseños, a veces sicus, pututos y wancaras, se prestan a festejar esta ancestral veneración a la madre tierra. Es tiempo de los jóvenes, quienes se preparan a buscar pareja. Los enamorados se perderán en los maizales y en los próximos meses formalizarán su relación para formar una familia dentro de la colectividad.

Al término de la fiesta se realizará un gran aptapi, donde los productos de la época serán servidos en hermosos aguayos y esta merienda será acompañada de bebidas espirituosas.

Al final de la fiesta de Anata, con gran algarabía se baila la cacharpaya como despedida de esta milenaria ceremonia. La tierra o Sayaña será Ch’allada, al igual que la casa y los demás bienes, rogando a la Pacha Mama mayor fertilidad y abundancia para el siguiente año.

Podemos concluir que Jisk’a Anata (pequeña fiesta si es que la traducción es gramatical) es la celebración del inicio del periodo de cosecha, simbolizado en el recojo de las Llullus (papas primerizas) ceremonia que se la realiza antes del Jach’a Anata (martes de Ch’alla), celebración urbanizada desde el año 1995 con la puesta en valor de danzas autóctonas provenientes de diferentes provincias del departamento de La Paz y del interior y exterior del país, pero también de danzas urbanas y de neo folklore.

A partir de eso, el Jisk’a Anata se constituye en una fiesta multifacética de integración nacional con características inclusivas y de identidad nacional, que busca la revalorización de nuestro patrimonio inmaterial, como es el caso de los sicuris de Italaque, la Saya Afro boliviana, el carnaval de Chaupirana de Norte Potosí, Los Chamas de Rurrenabaque (Beni), el resurgimiento de las estudiantinas de antaño con la orquesta Primavera, los Chucutas de Antaño, la Orquesta Típica Nacional Teófilo Vargas o Música de Maestros, conformados por eximios músicos de nuestro medio; la tradición de los Cajchuiris de Puerto Acosta o la Sociedad Boliviana del Charango, las infaltables mohoseñadas y tarkeadas características de esta época, así como la danza de moda: Salay, solo para citar algunos casos. Es también importante mencionar la participación de diferentes instituciones y sectores de nuestra comunidad, como los hospitales San Gabriel, Obrero y Arco Iris, o del Centro de no videntes Luis Braille, Adultos Mayores, los niños con síndrome de Down y los jóvenes sordomudos, así como el Sindicato Boliviano de Artistas en Variedades. Es, sin duda, una manifestación llena de colorido, variedad y solidaridad.

En este evento tendremos la participación del renombrado Dúo Sentimiento, que luego de cuatro años vuelve a la ciudad de La Paz para celebrar sus 35 años de trayectoria musical, con la talla de Yuri Ortuño León en la voz y Rafael Arias Paz en la guitarra, donde compartiremos un repertorio por demás esplendido. Asimismo, estaremos con el gran aporte musical de Jach´a Mallku, agrupación conformada por brillantes exponentes de nuestra música boliviana. Será este viernes 7 de febrero en el Teatro al Aire Libre Jaime Laredo de la ciudad de La Paz, desde las 19:00 horas.

Para este evento se tendrá la posibilidad de realizar la selección de las finalistas a Tawaqu 2020 del Jisk’a Anata, con miras a la celebración del carnaval paceño. Las entradas tendrán un costo de 50 Bs, para todo el escenario; las mismas son vendidas en Agencia Discolandia, El Prado.

Será un evento imperdible, con sonido y luces de primer nivel; Informes en los números de celular 719-68874 – 719-40969.

* Ramiro Plata es conductor de programas de música folklórica boliviana, además de gestor cultural.

“El Jisk’a Anata se constituye en una fiesta multifacética de integración nacional con características inclusivas y de identidad nacional,

que busca la revalorización de nuestro

patrimonio inmaterial”