Álvaro García

Se define como un hombre al que le gustan los retos y jugarse el todo por el todo en cada nota que realiza. Así es Álvaro García, más conocido como “Calvarone”, el intrépido periodista paceño que muestra el acontecer del día a través de las unidades móviles de Televisión Universitaria. “Soy un periodista sin límites que trata de sacar lo más sustancioso de cada noticia, un hombre que busca que la noticia marque y que no sea una más”, expresó a La Guía.

LG: ¿RESÚMENOS TU TRAYECTORIA?

A: Empecé mi trabajo en Laser 98 el año 2000. Luego pasé por Radio Mar y Radio Fides. Desde ese entonces estoy inmerso en la comunicación. También hice televisión en Fides y luego dejé esa casa muy importante en mi vida y trayectoria profesional para incursionar en otros campos, como trabajar como productor de un programa en el Colegio Médico de La Paz y luego llegar a Televisión Universitaria.

LG: ¿CÓMO RESUMES ESTOS 19 AÑOS DE TRABAJO?

A: Pasión, felicidad, satisfacción y con algo de nostalgia por haber dejado Laser 98, un medio que ha marcado mi vida porque me ayudó a conocer a “Calvarone”. Yo soy Álvaro García, pero en el mundo de la comunicación me conocen como Calvarone (sonríe).

LG: ¿CÓMO LLEGAS A CANAL 13 TVU?

A: Por invitación de Leonardo Mollinedo, quien tomó en cuenta la trayectoria que he tenido como comunicador de las calles, porque yo soy un reportero de calle, así me identifico, ese es mi fuerte. Y ya estoy casi cuatro años.

LG: ¿QUÉ ROLES CUMPLES EN TELEVISIÓN UNIVERSITARIA?

A: Desde noviembre que estoy empezando como reportero redactor y estoy haciendo notas en las calles a través de las unidades móviles para los informativos y las dos revistas.

LG: ¿QUÉ SIGNIFICA HACER LAS UNIDADES MÓVILES?

A: Es una aventura, ya que ninguna nota va a ser igual. Yo siempre busco que cada nota sea diferente. Juega un papel muy importante la creatividad y para eso me ayudó mucho la radio, porque la radio es imaginativa, puedes jugar mucho y trasportar al público donde tú quieras, esa es su magia.

LG: ¿CUÁL ES LA MAYOR RECOMPENSA DE LAS UNIDADES MÓVILES?

A: El que me digan: Gracias “Calva”, qué buena nota me hiciste. Ese agradecimiento me llena.

LG: ¿CON QUÉ PROBLEMAS TROPIEZAS A MENUDO?

A: Casi no encuentro tropiezos, siempre trato de darme modos para cumplir el desafío que me propongo.

LG: ¿QUÉ QUIERES LOGRAR CON TU TRABAJO?

A: Ser ejemplo, quiero que mi trabajo sea repetido por las nuevas generaciones, pero con valores, porque creo que mi trabajo también refleja los valores, hacer todo con pasión y sentido en la profesión.

LG: ¿RECIBISTE CRÍTICAS POR TU TRABAJO?

A: Claro (sonríe) y esas críticas me ayudan a crecer, a mejorar cada día. No todos están de acuerdo con lo que pienso y lo tomo a bien. Solo me limito a decir lo que está pasando, no estoy como presentador de noticias, yo solo reflejo lo que veo en la calle, ni siquiera atino un poco a opinar, salvo excepciones. Pero a la vez me siento feliz, porque dicen que es mejor que hablen mal de vos, a que no hablen (sonríe).

LG: CAMBIAMOS ROLES, ¿QUÉ LE PREGUNTARÍAS TÚ A ÁLVARO GARCÍA?

A: Calvarone, ¿hasta cuándo vas a estar con esta pasión? Y respondería: “Hasta que Dios me lo permita”.

“Soy un reportero de calle… ese es mi fuerte”

“Soy muy incisivo”

Álvaro de la Cruz García Morales nació el 15 de septiembre en La Paz. Estudió comunicación en la Universidad Mayor de San Andrés. Es hincha del Tigre, un hombre muy enamorado de la vida y “un buen amigo que va a darte la mano cuando lo necesites”.

LG: ¿CUÁL ES TU FILOSOFÍA DE VIDA?

A: Vive la vida y no dejes que la vida viva de vos.

LG: ¿DEFECTOS?

A: Muchos, como cualquier persona, pero eso tendrían que responder las personas que me conocen (sonríe). Soy del signo virgo, así que soy muy incisivo.

TRES MOMENTOS QUE MARCARON SU TRABAJO

Calvarone cuenta que en estos 19 años de trabajo hubo tres momentos que marcaron su vida e hicieron crecer más su pasión por el periodismo.

“Fueron tres episodios que marcaron mi vida. Uno fue el 12 de febrero. Ahí estuve tendido en el suelo porque había fuego cruzado entre policías y militares. El padre me decía: “Álvaro, repliéguese”. Pero no había forma y seguía relatando. Cómo olvidar ese día si a la vez era el cumpleaños de mi esposa, de mi hermano y de un cuñado. Yo pensaba hacer unas notas e irme, pero mi adrenalina quedó en otro sentido.

Luego fue en octubre, me dieron una pateadura en El Alto, no querían ningún medio más que RTP (…). Eso pasó cuando estaba bajando un contingente y dispararon hacia el sector de La Portada

Y la última fue en noviembre. Si bien recibía el abrazo, el halago, la palmada por realizar mi trabajo, nunca me hubiera imaginado que un 20 de noviembre me iban a amenazar de muerte. Nunca pensé vivir eso por haber reflejado lo que estaba pasando”, recordó.