Con desentierro del Pepino comenzó el Carnaval 2020

Con el Desentierro del Pepino en el atrio del cementerio General, ayer, se dio inicio al Carnaval 2020, festividad declarada Patrimonio Cultural de La Paz. Con esta actividad se abre la agenda carnavalera del presente año de la que también participará la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño.

El lunes 13 del presente mes fue la antesala de las actividades del Carnaval paceño, con la llegada del ch’uta y la chola paceña. En esta oportunidad se busca reflejar la diversidad y pluralidad de manifestaciones de esta fiesta costumbrista, según adelantó el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti.

También al ritmo del baile de los chutas y pepinos, la Alcaldía lanzó el viernes pasado el programa Anata Carnaval paceño que cuenta con 47 actividades hasta abril. Entre las destacadas están el Corso y la Farándula, con una convocatoria abierta a la ciudadanía en general.

En el lanzamiento de las actividades carnavalescas realizado en la plaza de San Francisco no faltó la buena música y el baile al ritmo de Los Olvidados que deleitó al público paceño y visitantes.

Como todos los años las actividades serán realizadas en coordinación con la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño. Una asociación que en su seno contempla más de 25 comparsas afiliadas.

En el Desentierro del Pepino estuvieron presentes decenas de comparsas de ch’utas y pepinos, las reinas del Carnaval y las infaltables consortes del pepino, que se hicieron presentes en esta cómica ceremonia en la que se dejó libre al pepino para que lleve fiesta y algarabía a todos los barrios paceños.

“Tanto la Alasita como el Carnaval, todas las actividades culturales que realizamos este año van a estar ligadas a la reconciliación, porque estamos convencidos que una solución y consecuencia sobre el enfrentamiento que tuvimos el año pasado es a través de la cultura”, explicó.

El pepino es protagonista del Carnaval y es así que la celebración de las carnestolendas en la urbe paceña por tradición comienza con su desentierro, como un acto simbólico de bienvenida a la fiesta pagana.