Búsqueda de presidenciables

Bolivia, inmersa en un proceso electoral, luego del fraude del 20 de octubre pasado, está en la búsqueda de presidenciables, hombres o mujeres, con mentalidad nueva, espíritu renovado y de reconciliación, que contribuyan a la estabilidad política, por cuanto es necesario e imperioso avizorar el futuro que signifique paz, libertad y progreso, en Democracia.

En esa perspectiva se debería imponer el entendimiento civilizado y la convivencia pacífica, cosa que los bolivianos no vivan, permanentemente, “enguerrillados”, sino con el ánimo predispuesto a deponer acciones beligerantes, convulsivas y de odio, por el bien común. Particularmente en esta etapa de la historia Patria, cargada de conflictos sociales y políticos, donde la intolerancia hace de las suyas.

Presidenciables que, en el marco del proceso electoral determinado por las autoridades del ramo, sumen y multipliquen esfuerzos, por la paz y la tranquilidad ciudadanas, a fin que los objetivos democráticos, que se ha propuesto el país, alcancen relevancia ante la historia y los hombres. Ahora, más que nunca, se debería obviar los discursos encendidos, racistas y discriminatorios, que no le hacen bien a Bolivia, en esta hora de trascendentales decisiones.

Y acá no tienen cabida quienes restan y dividen, con nefastas intenciones, al pueblo boliviano, ávido de mejores condiciones de vida, hoy como ayer. Aquellos que no se hayan sometido a un baño de humildad, para escuchar al adversario, para atender la demanda de los ciudadanos de a pie, para trabajar en función de la colectividad y no de partido alguno.

Bolivia requiere ahora, para lavar su imagen ante la comunidad internacional, luego del fraude de octubre, de presidenciables con vocación de servicio a los supremos intereses nacionales y no así con vocación de servicio a los bolsillos. Ésta última ha permitido el surgimiento de nuevos ricos, en el campo y las ciudades, en el oriente y occidente, en una afrenta a los que sobreviven con ingresos irrisorios, mensuales. Asimismo a quienes trabajan de sol a sol, en mercados, plazas y calles. Acaso ello es justo, en un país con enormes bolsones de recursos naturales, renovables y no renovables. Ciertamente que los de arriba siempre se enriquecieron y los de abajo se empobrecieron, en dictadura o en Democracia.

Los presidenciables, que surgen por montones en Democracia, son políticos muy controvertidos, entre la ciudadanía. Es decir son amados u odiados de manera ferviente. Ninguno de ellos se libra de esta realidad. De veras que sobre sus cabezas recaen críticas, acusaciones e inclusive calumnias. ¡Sólo el cuero de anta podría soportar tales arremetidas! Pero como son presidenciables toleran todo.

Presidenciables, cortados con una sola tijera. En el llano están con la Constitución y cuando están arriba ni la mencionan. En el llano están al lado de sectores vulnerables y cuando están arriba se olvidan de ellos.

En suma: lamentablemente algunos, a estas alturas de la historia, ya se sienten presidentes y hablan como tales.