La población humana que vive en el planeta Tierra se encuentra amenazada y hasta es víctima de extrañas enfermedades no conocidas antes, todas ellas de carácter mortal y que, además, no han encontrado curación pese a los esfuerzos médicos.
Esos males han ido adquiriendo características epidémicas, determinando pánico colectivo por la cantidad masiva de muertes que causan, obligando, al mismo tiempo, a varios gobiernos a dictar medidas de extrema emergencia, en vista de la magnitud y la celeridad en la propagación de esas infecciones.
Lo grave de esos males es que, además, no se conoce las causas que los originan, pues nunca antes se habían presentado, y ni siquiera diagnosticado en la historia de la medicina. Es más, los virus que las causan resisten todos los tratamientos y medicinas tradicionales. Entre ese tipo de enfermedades se encuentran el SIDA, el ébola, el dengue, la chicunguña y, en tiempos recientes, en Asia, el coronavirus, que causan la muerte sin que sea posible alguna clase de tratamientos, medicinas o atenciones de terapia intensiva. Todas ellas se han presentado en regiones atrasadas y se propagan a países avanzados, amenazando producir pandemias de consideración.
El aspecto de mayor gravedad de este problema de magnitud mundial es que no se puede saber por qué se originan estos males y por qué han aparecido virus que nunca habían sido identificados por la ciencia. Sin embargo, diversas conjeturas atribuyen el origen del problema a varias causas, entre ellas la pobreza colectiva, el atraso cultural, mala alimentación, carencia de aseo apropiado y otros. Algunos especialistas sostienen que se debería a la contaminación del ambiente, el cambio climático, falta de servicios públicos, hospitales, medicinas, etc. También se destaca que estas nuevas enfermedades adquieren proporciones colectivas, debido a que ante su reciente aparición, no ha sido posible adoptar medidas de previsión y no hay tratamientos ni medicinas para combatirlas.
Sin embargo, algunos científicos que no encuentran explicación médica a estos males han planteado que una causa que determina este problema mundial sería una reacción del género humano ante el fantástico crecimiento de la población mundial, que en los últimos 50 años se ha multiplicado en cuatro veces, pasando de dos mil a cerca de ocho mil millones de personas. Frente a ese problema, la raza humana crearía mecanismos para evitar su crecimiento ilimitado, ya que ya no existen o han sido eliminadas las causas que producían las enfermedades tradicionales. Así mismo, han desparecido las guerras y genocidios que servían para controlar el crecimiento poblacional en forma natural. En vista de la desaparición de esas causas naturales de control de la población, han aparecido otras nuevas, que requieren otras formas de tratamiento.
Tradicionalmente, el crecimiento de la población humana estaba controlado por la alta mortalidad debido a falta de medicinas, hospitales, etc. y en particular por las guerras que causan millones de muertos. Pero, al presente, debido a la ausencia de esos factores de control, las nuevas enfermedades tendrían el efecto de evitar la sobresaturación de la raza humana y las agudas consecuencias que produce, como feminicidios, infanticidios, crímenes increíbles y accidentes.
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