Conferencia de Yalta

Cuando Evo Morales amenaza con formar grupos armados, dizque para defender a Bolivia de la “derecha” -o imperialismo de EEUU- con el estilo de las FARC colombianas financiadas por el narcotráfico, connota que está pensando en el Chapare, donde el 95% de la coca se va al narcotráfico y que con holgura puede financiar una “contienda de fierros”. Evo siempre respondió a la línea -dizque- imperialista de izquierda capitalista radical, conservador y liberal, es decir, no sabe “mucho” sobre él. Veamos.

La conferencia de Yalta antes de terminar la Segunda Guerra Mundial (4 al 11 de febrero de 1945) liderado por Josef Stalin, Winston Churchill y Franklin Roosevelt, como presidentes de gobierno de la URSS, Reino Unido y Estados Unidos –ojo, Adolf Hitler no había sido derrotado todavía- forjaron al imperialismo como fase superior del capitalismo. El foro -en donde se entendían- duró tres jornadas: el día 1, entre otros, sustituyó la vieja naciones unidas por la nueva Organización de Naciones Unidas (ONU). El día 2, entre otros, acordaron promover la democracia y elecciones libres en los países bajo su égida. (Cuando el MNR aplicó el “voto universal”, ¿fue por el imperio?). Y el día 3, entre otros, acordaron que entre las tres potencias jamás debía haber conflictos. Stalin se “jugó” por el Partido Comunista, capitalista, en China.

Ahora, en pleno Siglo XXI -después de la Guerra fría- el imperialismo liderado por el grupo de los 5+1 (China, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania) siguen con su “intromisión” en los países pequeños. Generan violencia y convulsión, con eufemísticas ideologías de “derecha” o “izquierda” y etc. Eximen el apelativo de “indio”, otorgándoseles a los indígenas los mismos derechos –Marx diría para convertirlos en proletarios- y obligaciones de todo individuo. Intentan por todos los medios lograr una hegemonía: política, económica y cultural –apetecido por García Linera- “doblegada”, ¿alguien cree que fue casual que Evo Morales se beneficiara con los altos precios de los hidrocarburos? NO, fue el imperialismo que mueve los “hilos” de la economía mundial. Es más, el esporádico ascenso del “socialismo capitalista del Siglo XXI” es parte de Yalta.

Trump, Putin y Xin Ping ambicionan Latinoamérica, por ello García Linera vociferaba: “no somos guardabosques del imperio” y se quemó millones de hectáreas de bosques y fauna en la Chiquitania. Por ejemplo, muchas irregularidades connotan la transversalidad del imperialismo para la toma del poder en los países pequeños. En Bolivia, ¿es casual que la APDHB sea un trampolín para encaramarse en el gobierno? ¿Fue casual que Sacha Llorenti ordenara reprimir a madres indígenas en Chaparina? ¿Por qué la Defensoría del pueblo apaña a políticos? ¿La CIDH protege a Mary Carrasco? ¿Por qué el Alto Comisionado de la ONU, Denis Racicot, con su indiferencia avaló los sucesos de Chaparina?, ¿por qué sus elogios a Evo fueron recurrentes?

Al imperialismo solo le interesa el capitalismo que puede generar en los países pequeños, ricos en materias primas, las ideologías son eufemismos. Ideológicamente, Evo Morales quiso emular a Putin que “somete” 25 años a Rusia; ahora “pisotea” su Constitución para –igual que Stalin- ser dictador. Confió en Rusia y China, pero apenas fugó, Rusia reconoció al Gobierno transitorio. Así, el dislate “antiimperialismo” es producto de una supina ignorancia: el imperialismo no tiene patria ni bandera, no es de izquierda o derecha. Pero el MAS insiste en este “eufemismo”.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).